"Pasado y presente de la Semana Santa de Zamora". Carmen Ferreras sentó a la mesa del CLUB LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA a cuatro zamoranos que saben de qué va la cosa. Y salieron análisis muy importantes, ayer en el Colegio Universitario sobre una Pasión que está en buen momento, pero que también tiene, y muchas, oportunidades de mejora. Estaban en la mesa, organizada al hilo del 120 aniversario de El Correo de Zamora, Isabel García Prieto, presidenta de la Junta Pro Semana Santa y de Nuestra Madre, Dionisio Alba Álvarez, presidente del Yacente, Pedro García Álvarez, del Vía Crucis y Florentino Pérez, capellán de La Borriquita. Y todos aportaron ideas y reflexiones que, como poco, deben llevar al debate en el seno de las cofradías y la sociedad en general.

Isabel García lo tiene claro, "la Semana Santa la veo bien, pero evidentemente me gustaría que el valor religioso estuviera más presente, que el cofrade fuera cofrade sabiendo que pertenece a una asociación de fieles católicos y se implique más en la propia cofradía. Una cofradía tiene que serlo los 365 días, con sus obras sociales para las personas que nos necesitan. Recuerdo que mi abuelo me contaba que cuando un hermano fallecía se le acompañaba y yo eso no lo veo, se hace en contadas ocasiones. Me gustaría que se recuperara la labor social de las cofradías y se implicaran en la labor social social que realizamos todas las hermandades".

Dionisio Alba cree necesario "intentar implicar a la gente joven, porque "pasan" de ocupar cargos de responsabilidad". Es, a su juicio "donde está fallando" quizás no solo la Semana Santa sino la sociedad en general, en esta falta de implicación. El hermano mayor del Yacente reclama también que la Semana Santa "se tiene que seguir basando en la religiosidad popular. Y estamos un poco perdidos por una falta de estructuración de la autoridad eclesiástica, que ha de tener más implicación con las directivas de las cofradías". En el mismo sentido, mayor comunión entre directivas y capellanes en pro de mantener el origen y fundamento "de estas expresiones que no son meramente culturales, sino de la fe del pueblo" se pronuncia Florentino Pérez. Una de las mayores crisis de la Semana Santa, dice es que "muchos de los directivos tienen tendencia a reducirla a una expresión cultural pura y dura". Una actitud que perjudica tanto a la Semana Santa como las "rencillas personales" que se acaban llevando a este ámbito. La falta de sentimiento religioso, advierte "pone el riesgo la continuidad de la Semana Santa en el futuro". Pide "un retorno a los orígenes" que, sabe, "es un proceso lento y trabajoso", pero la única forma de mantener todo el sentido cultural, caritativo e incluso antropológico de la Pasión.