Roberto Ariza Chiches, zamorano de 47 años, que se gana la vida con un servicio técnico de electrodomésticos y es miembro de cinco cofradías, se convertirá en el próximo abad de las Siete Palabras al ser el único candidato al puesto. Tiene experiencia en la directiva de hermandades ya que fue tesorero del Espíritu Santo con Carlos Riego, viceabad de las Siete Palabras con Javier Mendiri, durante un tiempo abad en funciones cuando éste dimitió y de nuevo viceabad con José Tomás, el actual presidente.

-¿Por qué se presenta?

-Casi lo habíamos hablado desde el principio, José Tomás quería estar solo un mandato y la junta de gobierno tiene que tener continuidad.

-Por tanto, ¿va a ser una línea continuista, contando con la gente que está ahora en la directiva?

-Si. Pero lo de línea continuista es una expresión que no me gusta, porque siempre hay proyectos nuevos, no pretendemos quedarnos como estamos. Hay que continuar la obra social y mejorar algunas cosas en cuanto a la propia cofradía y la organización del desfile. Ya se le propuso a la asamblea y dijo que si de buscar un local donde guardar los enseres porque ahora mismo estamos en uno prestado. Tenemos muchos proyectos y mucha ilusión por continuar.

-¿Qué fallos u oportunidades de mejora tiene el desfile?

-Queremos mejorar el rezo en cuanto a la colocación de los hermanos e intentar ganar público que lo vea, por ejemplo tratar de llegar antes a la plaza de Viriato o el sitio donde se haga. Es un acto muy bonito que poco a poco se va consolidando y va ganando relevancia. Siempre vamos a tener el condicionante que es un día de diario y estamos ahí a la una de la mañana, por lo que es complicado. Pero se pueden ir puliendo algunos detalles.

-¿Les ha entrado también la fiebre de hacerse con una sede?

-No he dicho sede sino local de enseres. Se trata simplemente, dentro de nuestras posibilidades, de tener un sitio cercano a la iglesia de La Horta donde podamos guardar nuestros enseres con un poco de amplitud. El día de la procesión tenemos que sacar todos los bancos de la iglesia y estamos pidiendo prestados locales, garajes y demás para almacenarlos en ese rato. No es ni una sede ni vamos a tenerlo abierto equis días ni nada porque ni lo vemos necesario y nos lo podemos permitir. Para nuestras reuniones o la entrega de velas tenemos la casa parroquial que el párroco de la Horta nos cede encantado.

-¿Qué mejorará de la obra social?

-Como ya ha comentado públicamente José Tomás alguna vez, vamos a visitar a personas del barrio que se encuentran solas, les hacemos un poquito de compañía y trataremos de captar más voluntarios para esta obra social. Junto con las otras dos cofradías de La Horta, la Resurrección y la Salud también hacemos algunos actos, sobre todo el Navidad para recoger alimentos y donativos. Y esa labor pretendemos continuar con ella.

-¿Qué proyectos van a acometer en la cofradía.

-Las andas del paso no están en muy buen estado y es proyecto que deberíamos acometer, hacerle unas andas en condiciones. Estas llevan no digo los 50 años porque al principio salió de prestado un par de ellos, pero casi. Y según me han comentado, eran unas andas provisionales, a la espera de hacer unas nuevas, y se han tirado cuarenta y tantos años. Las ves y cuando no hay que hacerles un apaño por un lado se lo tienes que hacer por el otro.

-¿Lo ve factible?

-Pues no es a corto plazo, porque esta es una hermandad modesta y dependiendo de los fondos de los que dispongamos poquito a poco iremos haciendo cosas. Lo mismo digo de los estandartes. Los estandartes sí es algo que debemos acometer lo antes posible.

-¿Cuantos tienen?

-Siete. Porque el pendón ya se hizo nuevo no hace mucho tiempo. También hicimos un estandarte para representaciones hace poco y las faldillas de las andas del Cristo también son nuevas. Lo que queda de hacer son los estandartes que, la verdad, están bastante ajados.

-¿La cofradía goza de buena salud?

-Yo creo que si. Se ve muy buena sintonía y hay colaboración de los hermanos. Tanto antes de empezar la procesión, como a la hora de acudir a los actos, como cuando toca ayudar a recoger en la iglesia, que son cosas muy importantes. Parece que no, pero acabar la procesión y que veas allí 40 o 50 personas que ayudan a colocar la iglesia y todas estas cosas que son necesarias pues si, la verdad es una cofradía el obispo lo dice siempre, que es muy joven, se ve mucha gente joven en ella. Y la gente joven se implica más, es lógico también.

-¿Cómo ve el asunto del nuevo Museo de Semana Santa?

-Cuando dimitió Mendiri estuve de abad en funciones y me tocó acudir a varias reuniones de la Junta Pro Semana Santa donde se habló del tema del Museo y la búsqueda del nuevo presidente. Yo creo que el Museo es algo muy necesario, un proyecto que hay que acometer. Ya no solo porque los pasos están amontonados, sino porque es un escaparate para la Semana Santa de Zamora y ahora mismo pues lo digo yo y todo el mundo, es un almacén, no un Museo, por cómo está todo, no solo los pasos, sino los enseres que están en las exposiciones. No hay manera ya de sacarle más partido a este Museo. Es algo que hay que acometer sin prisa pero sin pausa. No se puede dejar colgado el proyecto hasta que aparezca algo. Sin precipitarse, pero hay que trabajar.