El botellón del Viernes Santo ha sido uno de los pocos "lunares" de la pasada edición de la Semana Santa 2016 a juicio de las cofradías y hermandades que, reunidas ayer en Consejo Rector, hicieron balance del resultado de la Pasión. Antonio Martín Alén, calificó la pasada cita semana santera de "excelente", en primer lugar porque la lluvia afectó a los desfiles en mucha menor medida de lo que apuntaban las previsiones y se centró básicamente en la vuelta del Espíritu Santo y el acortamiento del recorrido por parte de la Soledad.

Esta primera toma de contacto cada hermandad detalló los pormenores de cada desfile, que quedan reflejados para subsanar las deficiencias y para su posible estudio futuro por parte de los historiadores.

Además del tiempo que "con previsión de lluvia al cien por cien" al final no fue tan malo como parecía, "la organización ha ido muy bien, así como la actuación del Ayuntamiento", indicó Alén porque ha cuidado los colores de las vallas, ha firmado un convenio de atención sanitaria con Cruz Roja que ha realizado una importante labor de atención a las incidencias de salud de los ciudadanos, el tapado de las señales de tráfico durante el desarrollo de los desfiles y el especial cuidado que han tenido las barredoras para no empezar a limpiar tan cerca de la cola de las procesiones. Entre lo malo, el botellón: "Hay que coger el toro por los cuernos. Comprendo a los hosteleros y también al Ayuntamiento, porque es muy difícil abordar este problema. Pero también nosotros nos sentimos perjudicados, porque con el botellón se ve afectada la imagen global de la Semana Santa". Aunque por fortuna este año parece que "hubo menos gente" y se duplicaron los váteres químicos en la zona", no dejó de celebrarse la habitual concentración en San Martín. "El botellón se tiene que abordar de verdad, yo creo que hay tiempo ahora para hacerlo y que buscar otra ubicación es lo más acertado".

Otro de los asuntos de los que informó Martín Alén es el de la adecuación de la Panera, que se está limpiando de algunos elementos inservibles y recolocando con el fin de que entren todas las mesas de imágenes que están al culto. "Hay mesas que no utilizaban las cofradías que estaban colocadas delante, las andas de Luz y Vida son ahora mayores, ha entrado también el pebetero del Silencio y ha sido conveniente recolocar todas las mesas por cofradías y por zonas". El objetivo, indicó Martín Alén es colocar "las dos mesas que faltan" de imágenes que están al culto, como son las del Cristo y la Virgen de la Vera Cruz que están en San Andrés. "Siempre han estado dentro hay que organizar todo bien para que tengan sitio. Hemos limpiado todo lo que era inservible". El local está en buenas condiciones y el patio de luces, cuyo mantenimiento corresponde a la Junta de Cofradías se ha limpiado.