todos a una. Es el lema a seguir para que nuestra incomparable e inigualable -nunca mejor dicho- Semana Santa siga por buen camino, con el trabajo diario de todas las cofradías y hermandades. Hay mucho trabajo aún por desarrollar, no solo el manoseado tema del futuro nuevo Museo -mi opinión es ampliación y mejora de sus instalaciones y punto- y donde todas las instituciones deben mojarse, no solo en declaraciones, sino con membrete fecha, sello y firma correspondiente y también con su aportación económica y colaboración. Lo demás es papel mojado, nada de nada y mucho bla bla bla.

Después de lo expuesto, las siguientes líneas van dedicadas a Antonio Martín Alén, el actual presidente de la Junta Pro Semana Santa de Zamora. Como creo que le conozco bien, diré -no te me enfades, amigo Toño- que es un hombre trabajador y honrado al máximo, que ha empleado y emplea muchas horas en su altruista cargo, quitando horas, muchas, en ocasiones demasiadas, a su entorno familiar, desde a su esposa Paloma, sus dos hijos y el resto de la familia. Hacer esto hoy en día, cuando pocas personas trabajan por amor al arte como lo viene haciendo Antonio, Toño para los amigos, es loable y digno de agradecimiento.

Cuando hay que arrimar el hombro, Toño no falta. Si hay que coger una escoba, Toño la coge. Si hay una gotera en el Museo y hay que subir a ponerla en su sitio, Toño se sube. Y en la mañana de hoy, Lunes de Pascua, el presidente de la Junta Pro Semana Santa quitará los reposteros instalados en los balcones del Ayuntamiento. Siempre habrá alguien para que no esté solo. Eso sí, todo se hace de forma desinteresada y altruista.

Antonio Martín Alén lleva un mandato en el cargo, desde diciembre de 2012, después de unos tiempos convulsos y la existencia de una comisión gestora. La Junta Pro Semana Santa estaba sin rumbo. El barco se hundía. La situación económica era catastrófica. Todo eran problemas. No se veía luz a la salida del túnel. A punto de desaparecer con una orden emanada desde el Obispado, algo que muchos no saben.

Antonio Martín Alén accede al cargo y logró la unión de todas las cofradías y hermandades con la Junta. Creó un clima de entendimiento total. Se abrieron las puertas de las instituciones oficiales que se habían cerrado a cal y canto. Un fuerte, fortísimo déficit, que al día de hoy ha quedado suprimido. Todo esto se ha logrado con consenso, unión y trabajo, mucho trabajo y dedicación.

Creo no haber oído a nadie hablar mal de él. Siempre poniendo buena cara, aunque en ocasiones le han tratado para intentar partírsela, solucionando problemas, siempre ayudando, con calma, sin nervios y tragándose más de un sapo para alejar los problemas. Ese es Antonio Martín Alén. Amigo de sus amigos. Buena persona. Y mejor amigo.

Cuatro años en el cargo. Ignoro cuándo serán las elecciones a la Junta Pro Semana Santa. Ignoro si hay alguna persona con interés para coger las riendas de la misma. Ignoro si el actual presidente va a decir hasta aquí he llegado y basta. Pero para culminar el trabajo iniciado, Antonio Martín debe, debería, seguir otros cuatro años en el cargo para culminar todo lo bueno hecho hasta la fecha después de pasar tiempos revueltos y muy negativos.

Cada cofradía y hermandad es libre para apoyar cualquier candidatura al cargo si llegara la ocasión. Intuyo que tiene el apoyo de prácticamente todas, pero no lo afirmo. Como nunca llueve a gusto de todos, pudiera haber alguna que su persona no es de su agrado, pero...

Cuando hay que empezar desde hoy mismo -balances y opiniones aparte- a preparar la Semana Santa de 2017, me atrevería a pedir a mi amigo Antonio que lo medite a fondo y que siga en el cargo. Zamora y su Semana Santa te necesita, amigo mío. Y lo digo convencido de que es una buena persona y que sabe estar. Que es un hombre de consenso. Que es el primero en arrimar el hombro. Que quiere a Zamora. Que adora a su Semana Santa. Por eso me atrevo a decir con claridad total: Presidente, por favor, no te vayas, la Semana Santa te necesita. Un abrazo, amigo.