El día 20 de octubre de 1515 el Papa León X, durante el tercer año de su pontificado, en Roma, concedía una bula de gracias e indulgencias a la Santa Vera Cruz de Alcañices, la cual se guardaba en un arca de plata. Obviamente comenzó a instaurase en la primavera y Semana Santa del año 1516. La Bula incluía entre las obligaciones de los cofrades la asistencia "sin discusión ni excusa a la iglesia más antigua de la Villa" -la de la Virgen de la Asunción pues aún nos se había construido el Convento de la Orden Tercera de San Francisco-, en cinco ocasiones a lo largo del año: Exaltación de la Cruz (3 de mayo), La Invención, Jueves Santo, Viernes Santo y La Asunción (15 de agosto).

La Vera Cruz de Alcañices -la antigua, que hoy ya no existe-, fue la hermandad más grande de las Vicarías de Alba y Aliste y del "Marquesado de Alcañices" pues, a parte de asentarse en el pueblo más importante, también pertenecían a ella de otros lugares. Las ordenanzas originales, su lectura y aprobación en Zamora capital, datan del día 22 de junio de 1574 - hace ya 442 años-, ante el licenciado don Bernardo García, Vicario General de las antiguas Vicarías de Alba y Aliste. Se trataba de una hermandad mixta, que lo mismo aceptaba en su seno a hombres que a mujeres: "Los que de aquí en adelante quisieren entrar por cofrades de dicha cofradía que sean de disciplina o mujeres paguen cinco reales y una libra de cera". Las mujeres e hijos de los cofrades podían entrar para los cual habían de abonar únicamente la mitad de los estipulado para los hermanos de disciplina.