Los miembros del coro de la Hermandad de Jesús Yacente entonaron ayer por la mañana el cántico del Miserere en el último ensayo, que comenzaron en la Cuaresma. La iglesia de Santa María la Nueva fue el escenario de este acto, que contó con gran número de espectadores. Una ocasión especial para escuchar uno de los himnos de la Semana Santa zamorana, obra del padre Alcacer en un entorno diferente. Fue el último ensayo, de la mano de su director, Pablo Durán, antes del gran acto en la plaza de Viriato.