El obispo de Zamora, Gregorio Martínez Sacristán, presidió ayer en la Catedral el primer acto del Triduo Pascual, como es habitual, dentro de las jornadas más importantes del año para los católicos, que comenzaron en la tarde de ayer, Jueves Santo, cuando tuvo lugar el lavatorio de pies a un feligrés, y que concluirán el Domingo de Resurrección, días en los que se celebra el Misterio Pascual de Cristo: su pasión, muerte y resurrección.

El Triduo Pascual comenzó con la misa de la Cena del Señor, el Jueves Santo, a las 17.00 horas, cuando la Iglesia católica recuerda la última cena de Jesús, el día del amor fraterno y la institución del sacerdocio. A continuación, a las 18,15 horas, tuvo lugar la tradicional hora santa, un tiempo de oración comunitaria ante el Santísimo Sacramento, reservado en el "monumento" para la adoración de los fieles y para poder dar la comunión al día siguiente, cuando no se puede celebrar la eucaristía.

Hoy, Viernes Santo, comenzará el Triduo con el rezo del oficio de Laudes a las 10.00 horas. El oficio de la Pasión de Jesús, presidida por el obispo, tendrá lugar a las 13.00 horas. En él destacan, como momentos fundamentales, la lectura de la Pasión según San Juan, una larga oración universal, la adoración de la cruz y la comunión del Santísimo Sacramento reservado del día anterior, indica el Obispado en una nota de prensa. El Sábado Santo, día de silencio en la Iglesia, que aguarda la resurrección de Cristo, comenzará con el rezo del oficio de Laudes a las 10.00 horas. El obispo presidirá la Vigilia Pascual a las 23.00 horas.