Como ya viene siendo tradicional la noche del Jueves al Viernes Santo en la capital zamorana, miles de jóvenes se dieron cita en el parque de San Martín, que se convirtió en el escenario de un macrobotellón cada vez más multitudinario.

Un amplio dispositivo de policía municipal y nacional se encargó de vigilar a los alrededor de cinco mil jóvenes que se congregaron ayer por la noche. Como principales novedades, el Ayuntamiento instaló inodoros portátiles -una medida muy bien acogida por los presentes- y seis mediadores trabajaron toda la noche para combatir el consumo de alcohol y drogas, repartiendo también preservativos y bolsas de basura para intentar que los jóvenes reciclasen su basura.

Pese a esa medida, los desperdicios eran visibles a primera hora de la mañana cuando el parque estaba ya vacío. Los servicios de limpieza recogieron más de 135 bolsas y cuatro contenedores de desperdicios en un parque que a estas horas ya luce su aspecto habitual.