La Cofradía de Jesús Nazareno ha cambiado el suelo de Las Tres Marías y San Juan así como el de La Agonía que eran de corcho por el de madera, puesto que el primer material "atrae los xilófagos, acumula suciedad y su limpieza resulta complicada", explica el asesor histórico de la Congregación, José Ángel Domínguez.

En la intervención sobre el suelo del paso que realizó Hipólito Pérez Calvo se retiró "alrededor de 100 kilos en corcho" y se situó madera que posteriormente ha sido remodelada para lograr un mejor acabado. "Una vez adaptada la madera al perímetro de la base, realizamos la labor de "jugar" con las formas adecuadas del terreno en la parte central, consiguiendo así una composición armoniosa y logrando una mejor visión de las imágenes" describe Domínguez que agrega: "El acabado final ha sido a base de acrílicos para un secado más rápido y se ha procurado emular los colores que empleaba Ramón Álvarez en suelos como La Caída, La Lanzada o Crucifixión".

La principal dificultad ha residido en "los desniveles que presenta este grupo escultórico. San Juan y la Virgen se encuentra prácticamente a ras de suelo, aunque no al mismo nivel y las dos figuras de atrás tiene una peana que las eleva más de 10 centímetros".

Por otro lado, La Agonía, sometida al mismo cambio, lucirá este Viernes Santo un suelo que recuerda a losetas de piedra de color gris. Además, la cruz, está ligeramente levantada, sobre un montículo, mientras a los pies del Cristo se ha incorporado una calavera y una túnica tirada en el suelo. A mayores el paso que procesiona delante de La Soledad estrena iluminación led.