Un grupo de operarios procedió a vallar por completo el parque de San Martín, en su parte alta, es decir, encima del aparcamiento subterráneo, con el fin de evitar la entrada de los participantes en el botellón. En la noche del Jueves al Viernes Santo se reúnen en los últimos años miles de jóvenes en San Martín de Abajo en el botellón que se ha hecho muy popular. Por otra parte en la Plaza Mayor se tomaban también medidas y se colocaban, como en los últimos años, grandes fotografías antiguas que tienen un papel decorativo pero también impiden la visión desde los soportales del Ayuntamiento Viejo. Se evita así que se formen aglomeraciones en ese espacio y se logra que siempre quede un pasillo de acceso. Todas las medidas de precaución son pocas para gestionar adecuadamente la masiva presencia de personas.