Mucho público... y también mucho frío son las notas más destacadas a la salida de la procesión de La Tercera Caída, que ha estado pendiente toda la tarde del pronóstico del tiempo por las posibles lluvias. Poco después de las ocho y media, las puertas de la iglesia de San Lázaro se han abierto para dejar salir la cabecera del desfile rumbo al corazón de la ciudad, con los clarines avisando a los zamoranos.

En principio, la directiva espera poder completar el recorrido y cantar "La muerte no es el final" bajo los soportales del Ayuntamiento Viejo. En caso contrario, si se prevén lluvias, el desfile tomará rumbo al Museo de Semana Santa directamente.