El espacio donde exhibir el patrimonio artístico representa una prioridad para las hermandades y cofradías que en el presupuesto anual de la Junta pro Semana Santa desde hace varios ejercicios han habilitado una partida con el nombre de "nuevo museo" al que destinan su superávit. En la última asamblea general de la Junta de Cofradías y a petición del archivero oficial, Pedro García, se ha incluido una partida denominada "archivo", aunque carente de aportación económica. "Si no hay posibilidad de incluir fondos al menos que los responsables de las cofradías tengan muy presente que existe un archivo", puntualiza Pedro García quien concreta: "El archivo surge como un servicio para ir concienciado de que tenemos un patrimonio documental muy importante que o se deposita en un espacio o no llega al Histórico Diocesano".

Con Eduardo Pedrero al frente de la Junta pro y siendo obispo de Zamora, Juan María Uriarte, nace el Archivo General de Cofradías de Semana que está diseñado para que "cada cofradía tenga su archivo de gestión de tal forma que tras cinco años sus documentos pasarían al Archivo de Cofradías, salvo el libro de actas que al ser concluido también formaría parte. Una vez que la documentación llegase se inventaría y documentaría y cuando esa documentación cumple cien años pasaría al Histórico Diocesano", describe García.

El Archivo General de Cofradías atesora documentos de las hermandades y cofradías datados entre el siglo XVI y la actualidad. Entre los fondos más singulares figuran "el libro más antiguo, del Santo Entierro del año 1593 y restaurado por Simancas porque lo habían paginado a bolígrafo, algo ahora eliminado, o contratos de pasos de Ramón Álvarez", enumera Pedro García.

La acogida de este "servicio", puesto en marcha en 1992, no ha sido igual en todas las cofradías. "El Archivo carece de documentación de la Vera Cruz y únicamente tenemos la "histórica" de Jesús Nazareno, no hay ningún documento de esta cofradía del siglo XIX y del XX", ejemplifica García.

Actualmente, la documentación se encuentra en lo que era la antigua vivienda del conserje en el Museo y la antigua sala de reuniones de la Junta pro Semana Santa, en la trasera del museo, alberga un depósito, dotado de todas las medidas de seguridad, puerta ignífuga o armarios móviles, logrados poco a poco, e incluso hubo unas becas que sirvieron para que se inventariara y catalogara parte de la historia escrita de la Pasión de Zamora. Sin embargo desde 2002 "únicamente recepcionamos la documentación de los últimos cinco años de las cofradías que quieren depositarlo porque, ante todo, somos un servicio", enfatiza Pedro García. El semanasantero aclara que facilitan la documentación que les demandan cofradías o investigadores al tiempo que urge una financiación para que "jóvenes puedan tener una posibilidad de, por un lado, desarrollar lo que han estudiado y profundizar en algo que les gusta, la Semana Santa".

El responsable del Archivo General asevera que "los hermanos directivos de las cofradías tienen que concienciarse de que estos documentos son una fuente de investigación antropológica, sociológica, cultural e histórica de primera" y añade que "si en el proyecto del futuro museo existiera una sala de consulta de documentación sería estupendo, aunque en el espacio actual tenemos todavía mucho espacio para almacenar".

Un testimonio escrito, olvidado, de lo que ha sido la Semana Santa.