El botellón del Jueves Santo en el parque de San Martín centró ayer el debate durante la Junta Local de Seguridad celebrada en el Ayuntamiento. Las cofradías, la Subdelegación del Gobierno y el propio Consistorio están de acuerdo en que hay que abordar el tema para minimizar su impacto de cara al futuro. Pero, ¿qué se puede hacer? El alcalde de Zamora, Francisco Guarido, insistió en que se está trabajando en la idea. "El macrobotellón no aporta nada a la ciudad ni a la Semana Santa y de cara al futuro tenemos que trabajar para desincentivar esa idea", analizó. Respecto a la concentración de este año, el regidor apuntó lo siguiente. "El Ayuntamiento no puede autorizar ningún botellón, pero tampoco se puede prohibir algo que no está convocado ni se ha producido todavía", indicó.

El subdelegado del Gobierno, Jerónimo García Bermejo, tendió la mano al Ayuntamiento para "apoyar cualquier decisión" que se tome al respecto. "Es algo que se convoca desde la espontaneidad y por eso prohibir no es una opción en este momento. Nuestro pronunciamiento es que en un futuro se pueda trasladar esa celebración a otro lugar y con mayor control, pero siempre con el objetivo de que deje de hacerse", aseguró. "Por ahora, brindaremos todo el apoyo al Ayuntamiento para el dispositivo de control", anunció.