La iglesia de San Andrés fue el escenario ayer del primer ensayo del Miserere por parte de los hermanos del coro de la Hermandad Penitencial de Jesús Yacente. Las voces ya calientan para estar perfectamente a tono en la noche del próximo Jueves Santo de cara a uno de los episodios más emblemáticos de la Pasión zamorana.