El antiguo presidente de la Hermandad de Jesús, Luz y Vida ha insistido en que su dimisión no fue voluntaria, sino en cumplimiento de la voluntad del Obispado para resolver la crisis interna de la cofradía, generada con la expulsión de medio centenar de cargadores de la imagen titular. Sin embargo, Jesús de la Concepción asevera que "yo me he ido porque el señor obispo me lo pidió para arreglar un problema, pero el problema continúa". En efecto, la relación de los hermanos de paso con la cofradía no ha cambiado.

Jesús de la Concepción afirma, además, que la decisión de dimitir "la hemos tomado porque por encima de nosotros está el obispo", lo que no quiere decir, a su entender, que no asuma su responsabilidad en los años de gestión compartidos con su directiva. "Hemos actuado siempre con el asesoramiento de otras personas, no hemos tomado decisiones por capricho", se defiende.

Eso sí, el ya expresidente sostiene que "tenemos una copia de toda la documentación entregada", una prueba, a su juicio, de las razones que justifican la expulsión de los cargadores, toda vez que estos sostienen que los expedientes que pesan sobre ellos "no existen". De la Concepción avisa: "Que no hagan acusaciones en vano, no siendo que tratemos las cosas de otra manera, porque nosotros nunca he personalizado ni he acusado a ninguno".