Bajo la lluvia, como si fuera una macabra coincidencia con tantas y tantas noches de Viernes Santo que impiden a la Dolorosa completar su recorrido por la capital. Así terminó ayer la sexta edición del Congreso Nacional de Hermandades y Cofradías de Nuestra Señora de las Angustias. Zamora se despidió de las 26 cofradías y más de 200 personas que durante tres días han compartido en la capital su pasión por la Piedad. Y lo hizo sin el colofón final, ese que estaba previsto para después de la Eucaristía pero que las inclemencias meteorológicas impidieron desarrollarlo. Lo hizo sin que la imagen de Nuestra Madre paseara por el Casco Antiguo hasta llegar a la que es su casa, la iglesia de San Vicente.

La ciudad de Zamora dejó ayer de ser la capital nacional de las Angustias. Los más de doscientos participantes se reunieron a primera hora de la mañana en la Catedral para conocer de primera mano los tesoros de arte sacro mejor guardados de la provincia. Un escenario que sirvió para poner el broche final a las jornadas. A media mañana, el obispo Gregorio Martínez ofició una solemne misa en la que estuvieron presentes diferentes estamentos de la vida zamorana como personalidades institucionales, presidentes de las cofradías de la Pasión local y también muchos hermanos de Nuestra Madre de las Angustias que no quisieron perderse este emotivo momento.

A la finalización de la eucaristía estaba previsto que la talla de Nuestra Madre recorriera el trecho que separa la Catedral de la iglesia de San Vicente, pero la lluvia impidió que la comitiva partiera de la Seo. Visiblemente emocionada, Isabel García, presidenta de la cofradía, se dirigió a los asistentes. "Les pido disculpas por no poder sacar la procesión adelante, pero hay que proteger el patrimonio", anunció la presidenta. Un contratiempo que no impidió que los participantes se quitaran su espinita con un pequeño pero emotivo acto. Los hermanos de paso accedieron a bailar la imagen de Nuestra Madre al son de la marcha fúnebre dedicada a la talla, del compositor zamorano Pedro Hernández. Una vez finalizado este ritual, los presentes entonaron la Salve y dieron por concluida la ceremonia.

La jornada tocaba a su fin y los participantes en este congreso de hermandades de las Angustias se trasladaron a un céntrico restaurante de la capital para saborear un menú y dar por clausurada la sexta reunión nacional de cofradías que ha tenido ocupados a los semanasanteros desde el pasado viernes.

El telón cayó y los congresistas dejaron atrás tres intensos días en los que han podido conocer en profundidad todos los secretos de la Pasión zamorana. Voces autorizadas como las de Pedro García, Miguel Ángel Mateos, Ricardo Flecha o Miguel Ángel Rivera de las Heras han enseñado a los participantes la tradición, la historia y la devoción que en Zamora se le tiene a la figura de Nuestra Madre de las Angustias. La ciudad de Granada recogerá el testigo en el año 2017. Y allí, a buen seguro, la Madre de los zamoranos estará bien representada.