Los cargadores del paso de La Agonía retornaron el valioso grupo de Juan Ruiz de Zumeta ayer tarde hasta el Museo de Semana Santa, después de las semanas en las que ha permanecido en la panera de Jesús Nazareno para someterse a la intervención para cambiar el suelo de corcho por uno de madera. El autor del cambio, Alejandro Pérez Yeguas, eliminó el corcho del suelo que "se encontraba en muy mal estado", operación que se está haciendo en todos los grupos escultórico para evitar los problemas que este material puede provocar a los pasos. Ahora las figuras de La Agonía pisan un suelo enlosado que imita a losetas de piedra de color gris. La cruz parece ligeramente aupada sobre un montículo, mientras a los pies del Cristo se ha incorporado una calavera y una túnica tirada en el suelo. Pérez Yeguas considera que el nuevo suelo "realza más las figuras del paso", un grupo escultórico de excepcional valor.

Con la experiencia del camino de ida el regreso al Museo de hizo mucho más fácil, especialmente la salida de la panera de Jesús Nazareno, resuelta en pocos minutos mediante unas medidas maniobras que lograron sacar La Agonía limpiamente. Nada que ver con la entrada de hace unos días, toda una odisea. Eso sí, el paso por la calle Chimeneas, con los coches aparcados en tan angosta vía, obligó a los cargadores a extremar el cuidado durante unos metros. Tras el cambio de suelo en las Tres Marías y San Juan y La Agonía, que acaba de acometer Alejandro Pérez quedan ya muy poquitos pasos de Jesús Nazareno que no se hayan sometido al cambio de suelo para la eliminación del corcho. Eso sí, pocos llamarán tanto la atención como La Agonía, "procesionando" por las calles en pleno agosto.