El santo patrono de los agricultores nació en Madrid en torno al año 1080, cuando la villa estaba recién conquistada por Alfonso VI a los árabes. Se llamaba Isidro de Merlo y Quintana y era de familia sencilla y cristiana. No pudo ir a la escuela y quedó huérfano en su infancia, sirviendo como jornalero a un importante caballero madrileño. Muy devoto, madrugaba para ir a Misa antes de trabajar en el campo. Reconquistada Madrid por los almorávides, tuvo que huir a Torrelaguna, donde se casó con otra campesina: María Toribia, conocida después como Santa María de la Cabeza, y tuvieron un hijo. Además de por su piedad (hasta fundó una cofradía para el culto eucarístico), fue conocido por su caridad con los pobres. Murió el 15 de mayo de 1130 y fue canonizado en 1622. Su primera biografía fue escrita por Juan Gil de Zamora en 1275.