Cuan poco originales son los anticapitalistas de la CUP. En su afán persecutorio reinterpretan a los clásicos. Sus carteles no pasaran a la historia por su originalidad. Cansados de la Revolución Rusa, ahora han adaptado y adoptado los archiconocidos "Se Busca" como aquellos que en el salvaje oeste ponían precio a la cabeza de cuatreros y forajidos de todas las calañas. Ellos no "buscan" a los secesionistas que forajidos son. Tampoco "buscan" a los etarras, que asesinos son, pero como entre Cup y Eta la relación es de camaradas, a quienes han puesto precio es a los buenos. Siempre nadando contracorriente. Algún día estas aguas procelosas se los van a llevar al fondo. No creo que sean muchos los que corran para salvarlos.

Lo que en otro tiempo hicieron Eta y su entorno y más atrás en el tiempo las juventudes hitlerianas con los comercios de los judíos, lo están clavando ahora, casi al pie de la letra, los cachorros de la Cup. No debe ser muy grato vivir en Cataluña y más concretamente en Barcelona, si no se es nacionalista, si no se apoyan las tesis de los sediciosos, si no se luce el lacito amarillo de los cobardes, si no se habla despectivamente de la 'puta España' y del Ejecutivo despótico que la gobierna y si no se reniega de las Fuerzas Armadas y los 'represores' Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Para pensamiento único el de esa gente.

No conformes con humillar a los hijos de los Guardias Civiles, no conformes con insultar a los hombres y mujeres de la benemérita, la han emprendido con el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, y con el periodista Javier Negre. Han publicado sendos carteles con la leyenda "Se Busca", poniendo precio a la cabeza de ambos, el precio del escrache, el precio de verse señalados por la calle, el precio de pintar sus casas para que los que no piensan como ellos sepan donde viven y se puedan emplear a fondo llegado el caso. Los que incitan a la agresión, al escrache, indican además "habrá recompensa". No sé si en dinero, en algún tipo de canonjía, en dedicarles una calle o en nombrarlos héroes a perpetuidad para así intentar escribir la historia de la que carecen.

Y, "se buscan por señalar públicamente a 9 docentes y atizar el odio fascista. No pasarán". Esto del "odio fascista" comienza a ser cansino. Sobre todo porque quienes hacen gala de un fascismo vergonzoso e incitan al odio son precisamente ellos, los independentistas, sus cachorros, los que les jalean y aclaman como si redentores fueran, cuando en realidad han hundido Cataluña, sumiéndola en la ruina que empieza a manifestarse a pesar de los esfuerzos del Gobierno de España.

La Justicia debe actuar con firmeza. La situación es insostenible para quienes tienen que sufrir a diario este tipo de amenazas. Son situaciones que nos retrotraen a épocas históricas de la peor Europa, la de la bota nazi, la de la Gestapo y las SS, la de las sádicas juventudes hitlerianas, la de los guetos en los que los nacionalistas quieren enclaustrar a los ciudadanos libres de Cataluña. Y ya que no han hablado de Franco. Porque entre Franco, al que resucitan permanentemente, y el fascismo utilizado como insulto hacia quienes no piensan como ellos, vamos bien aviados. Estos ejemplos de matonismo nos permiten comprobar cómo se las gasta esta gente que no hace otra cosa que cebarse con los más débiles y con quienes valientemente denuncian situaciones de persecución y abuso.