La exhibición de desconocimiento de la historia que, una vez más, ¿y van?, ha hecho la insigne alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, es penosa en cualquier ciudadano pero mucho más en quien reposa el prestigio de una institución como el Ayuntamiento de la Ciudad Condal. Esta señora, que ha vivido toda la vida de la subvención, experta por lo tanto en menester tal y con algún que otro máster en okupar viviendas desocupadas, en ir a la contra de todo lo legalmente establecido y cuestiones por el estilo, muy democráticas todas ellas, ha vuelto a demostrar la ignorancia que pesa sobre sus escasos conocimientos.

Esta señora, sólo por matrimonio, ha quitado el nombre del almirante Pascual Cervera a una plaza de Barcelona, para dársela a Pepe Rubianes. Sí, hombre, el cómico aquel del "puta España" en TV3. No conforme con eso ha calificado de "facha" al marino, que desarrolló una prestigiosa carrera militar. Un militar español que goza de la consideración de héroe en Cuba. Ni siquiera la dictadura castrista se ha atrevido a quitar sus dos bustos, en La Habana y en Santiago de Cuba. De ahí que la injusticia cometida por la "sabia" Colau sea más flagrante e imperdonable.

Estoy hasta el moño y un poco más arriba de que todo lo que no gusta a esta gentuza, lo tilde de inmediato de "fascista". Hombre, el fascismo surgió con posterioridad al fallecimiento del Almirante Cervera. Pero aunque así no hubiera sido ya vale de que quienes tienen comportamientos verdaderamente fascistas, tilden de fachas a los defensores de España, a los héroes españoles, nunca inventados sino históricamente probados, a los militares por el hecho de serlo, a quienes portan banderas de España, a quienes defienden unos ideales que no tienen ideología como la que ellos aplican según su interés.

El héroe de Cuba, almirante Cervera, no necesita presentación alguna. Rubianes, sí. Fuera del ámbito de Cataluña no lo conoce ni su padre. La Colau vive en la provocación y eso es lo que hace siempre que quiere y puede. Y porque hay mucho pazguato en la política que no le pone las peras al cuarto a esta mujer que tan fácilmente pierde los papeles.

El gran problema de esta y de todos los podemitas en general es que, para lo jóvenes que son, soportan una carga de resentimiento, de odio y de ignorancia a las que hay que sumar las majaderías propias de todos y cada uno de ellos, a las que no terminamos de acostumbrarnos. Inmaculada Colau comenzó su particular cruzada con el busto del rey emérito, siguió con la foto oficial del rey Felipe, continuo retirando el monumento al primer marqués de Comillas y ahora da la puntilla retirando la calle al almirante Cervera, héroe de la guerra de Cuba.

Pues nada, que llame a las calles de Barcelona, Carrer del Cojo Manteca, de "la monja coñazo", de Echenique, de Terra Lliure y puede que hasta de Otegi.