Es la pregunta que todos nos hacemos, bueno, o casi todos. Quién paga la estancia de Puigdemont ora en Bruselas ora en Berlín ora donde toque. Quién paga la estancia de sus adláteres huidos. Quién paga los mejillones de Bruselas y las salchichas de Frankfurt. Quién paga la ahora vacía 'maison' de Waterloo. Quién paga las idas y venidas de unos y otros. Quién paga los viajes de los independentistas que van y vienen en procesión para consultar al oráculo de Gerona sobre quien ponen o dejan de poner al frente de la Generalidad. Quién, quién quién?

La especulación está servida porque nada hay a ciencia cierta. La Justicia tiene sus sospechas. El CNI las suyas. La Policía las de ellos y el Gobierno no se sabe. La sospecha más cierta hablar de transferencias económicas de dinero público y el uso del FLA para costear el Procés. Los huidos no se han ido con lo puesto y en plan paria con la tartera llena de butifarra catalana y pizza de Casa Tarradellas, no. Los huidos se han ido a cuerpo de rey. Sólo la maison de Waterloo alquilada en teoría para nueve años, se lo fía largo el ex, cuesta más de cuatro mil euros al mes. A todo ello hay que añadir billetes de avión, hoteles de a muchas estrellas, comidas en restaurantes de lujo. Vamos que el tren de vida de "Puchimon" no coincide para nada con los recursos propios que se le conocen.

Estimo que se la llevan metiendo doblada a Montoro desde hace tiempo. La España que odian y que, según ellos, les odia, a inyectarles pasta gansa y ellos a gastársela en exilios de lujo. Y mientras, los chavalitos estudiando en barracones, la deuda de la Generalidad por pagar, Cataluña en horas bajas y los independentistas erre que erre. Menos mal que siempre podemos contar con el President de Tabarnia, el honorable Albert Boadella, que le está poniendo mucho humor al asunto mientras los 'tabarneses' (ignoro si se les llama así), acaban de poner letra en catalán al himno de España con letra de Pemán.

Ni Bélgica ni Alemania son países baratos, como tampoco lo es Suiza, donde intenta pasar desapercibida gracias al ostentoso cambio de look sufrido, la tal Anna Gabriel, que de ser una antisistema belicosa, se ha instalado en el sistema mismo donde permanece calladita y a la expectativa por si acaso. Que nadie crea que esta gente lo está pasando mal o que vive en precario o que no come ni bebe. Quía! Entre Joan Gaspart, ex presidente del Barça, vivero de secesionistas, me refiero a las directivas y propietario de la cadena hotelera Husa, que invito a obviar en vacaciones, Josep María Matamala, un nuevo rico, los de Omnium Cultural que más que a la cultura se dedican a la segregación y la política de bajos fondos, y el Fondo de Liquidez Autonómica que menos para la autonomía se emplea para todo lo demás, entre todos ellos la mataron y ella sola se murió.

Pena, ni la justa, porque mientras la ciudadanía se tiene que conformar con "escudella y carn d'olla" por otro lado plagada de calorías, no es la primera vez que se ve a Puchimon cenar langosta con champan, que no cava, del bueno en un restaurante de lujo a todo trapo. Y, a todo esto, ¿quién paga?