Examinar los acontecimientos históricos es un ejercicio enriquecedor, si con ello se pretende emular los hechos ejemplares y no repetir los errores. Eso es lo que significa la expresión de que la historia es la maestra de la vida. Lo inadecuado es exhumar del pasado lo que conviene y dejar enterrado lo que incordia, porque estropearía nuestros planteamientos. Esto es lo malo del revisionismo.

El Ayuntamiento de Barcelona decidió quitar la estatua y cambiar el nombre de la plaza del cántabro Antonio López y López, primer marqués de Comillas, debido a su actividad esclavista durante el siglo XIX. Antonio López emigró a Cuba con 14 años en 1831 y después tuvo un pequeño comercio en un local que le alquiló el adinerado catalán Andreu Bru Punyet. Se casó en 1849 con su hija María Luisa; con la dote y el apoyo financiero de su suegro el emprendedor Antonio López fundó la Transatlántica, la mayor naviera española de la época, la Compañía General de Tabacos de Filipinas y el Banco Hispano-Colonial. Asimismo, fue un gran mecenas del sacerdote Jacint Verdaguer, considerado el "príncipe de los poetas catalanes". Su hija mayor, Luisa Isabel López Bru, se casó con el industrial catalán Eusebi Güell i Bacigalupi, primer conde de Güell y mecenas de Gaudí.

En los negocios de Antonio López participaron muchos catalanes que acumularon grandes fortunas, también con la trata de esclavos. Invirtieron mucho dinero en proyectos urbanísticos de Barcelona tan colosales como el Eixample (Ensanche), en el que se encuentran algunas de las calles y plazas más emblemáticas de la ciudad condal: el paseo de Gracia, las Ramblas, la plaza de Cataluña, la avenida Diagonal y la plaza de la Sagrada Familia. Muy pocos catalanes saben -la mayoría de quienes lo saben, lo ocultan- que en buena parte el Eixample se realizó con el dinero ganado con la esclavitud.

Joseph Carbó dirigió el bergantín "Volador", que desembarcó 400 esclavos en Cuba el 11 de junio de 1833. Familias catalanas como Vidal-Quadras, Goytisolo, Samà y Xifré participaron en el negocio esclavista que desembarcó en Cuba 600.000 africanos cuando el negocio de esclavos era ilegal en España. Fernando VII prohibió la trata en 1817, pero no se hizo efectiva hasta 1870. En esa época catalán era sinónimo de negrero.

Josep Vidal-Ribas regentó con su suegro la empresa Mustich & Co., que sirvió de tapadera para tener una factoría en Uidah, ciudad costera de Benín en la que se agrupaba a los esclavos antes de ser embarcados a América. Portugueses, ingleses, franceses y daneses construyeron también fortalezas con el mismo objetivo. Actualmente, como pude ver en 2001, solo queda en Uidah la fortaleza portuguesa Sâo Joâo Baptista de Ajudá; está convertida en museo antiesclavista. Ajudá era el antiguo nombre de Uidah.

Estos nombres y otros, como Joan Mas Roig, tatarabuelo del expresidente de la Generalitat Arthur Mas, aparecen detallados en el libro "Negreros y esclavos. Barcelona y la esclavitud atlántica (XVI-XIX)", de Martín Rodrigo, profesor de Historia en la Universidad Pompeu Fabra; coordinó la obra con la historiadora Lizbeth Jhoanna Chaviano Pérez.

Joan Mas Roig fue el capitán del mercante "Pepito", capturado por la Armada británica el 4 de marzo de 1845 en las costas de Sierra Leona. De todos modos, Joan Mas Roig había logrado vender en Brasil 825 esclavos negros entre julio y diciembre de 1844. El garante de algunas de estas expediciones fue Mariano Serra, suegro de Dorotea de Chopitea, de la alta burguesía barcelonesa, aunque era chilena de nacimiento. De ella desciende Núria de Gispert Catalá, presidenta del Parlamento de Cataluña de 2010 a 2015.

Estos son hechos documentados que no dejan en muy buen lugar a los antepasados de algunos políticos y acaudalados catalanes, porque amasaron una fortuna no solo con actividades comerciales legales, sino también ilegales y esclavistas. Pero no solo algunos catalanes se dedicaron a la trata en el siglo XIX. El historiador José Luis Cortés López asegura en su libro "Los orígenes de la esclavitud negra en España" que ya en el siglo XV mercaderes catalanes se establecieron en el norte de África, en donde llegaban las caravanas transaharianas con los esclavos negros.

Saberlo es importante, para desenmascarar actuaciones políticas justicieras solo contra algunos personajes, quizá porque no nacieron en Cataluña, aunque compartieron hacienda con sus ilustres ciudadanos, como es el caso del primer marqués de Comillas, que tuvo negocios en Barcelona, en donde falleció en 1883. Al año siguiente le erigieron el monumento ahora desmantelado.