Aproximadamente desde el final de la II Guerra Mundial, cada dos o tres décadas, la sociedad europea se ha organizado socialmente de una forma particular, la característica más importante ha consistido en apoyar a los partidos políticos según la opinión que se tiene de las políticas de los mismos y en relación con la función que desempeñan en la sociedad.

Cuando se tienen presentes las dos clases fundamentales indicadas por el marxismo, una la que dispone de los medios de producción y otra, la que vive del salario de su trabajo, es evidente que hoy dejamos de incluir un sector muy importante de las elites de la sociedad, los intelectuales, que se han congregado entorno a las universidades durante los últimos años, lo cual hace que no sean completamente independientes y parece que el movimiento hacía las instituciones de enseñanza más altas sigue aumentando en los años que llevamos del presente siglo.

Durante los primeros cuarenta años del pasado en el que los sentimientos estuvieron dominados por el radicalismo político, las universidades ejercieron un notable poder de persuasión y en muchos casos fueron la fuente de la reacción contra los excesos, pero en los últimos años, las universidades no parece que sean la fortaleza de un pensamiento crítico completamente independiente.

Las manifestaciones literarias que proceden de las elites universitarias, en su mayoría, están relacionadas con la economía, incluso las que proceden de sectores de la socialdemocracia contemporánea. Esta actitud les aleja de los movimientos obreros hasta el extremo de considerar, en buena parte de la población que se han alejado de la lucha del proletariado.

El papel de la socialdemocracia equivale a fortalecer la influencia de la ideología burguesa sobre la de los obreros en tanto en cuanto contribuye a socializar los medios de producción para abaratar el producto resultante. El movimiento puro liderado por los sindicatos de clase, tampoco puede por sí elaborar una ideología independiente.

Los sindicatos europeos creen que cuanto más aumenta la clase obrera con el desarrollo del capitalismo, éstos se verán obligados a emprender la lucha contra el capitalismo debido a que adquiere conciencia de la necesidad de que se fortalezca el socialismo, es decir, que adquiere conciencia de clase y por lo tanto contribuirá a reforzar la ideología socialista.

El movimiento obrero, lo mismo que el movimiento liderado por los sindicatos, tampoco puede crear una ideología independiente.

La lucha contra el capitalismo no es para la destrucción de ninguna fuente de creación de riqueza ni para sacar de la miseria a las clases trabajadoras como en el siglo XIX, sino para una mejor distribución de las rentas procedentes del trabajo. Estos movimientos por si mismos no pueden crear las condiciones intelectuales para elaborar una doctrina que contenga todos los elementos de la ideología de la socialdemocracia.

La socialdemocracia lucha contra la pobreza que engendra el capitalismo en la forma actual, como doctrina tiene sus raíces en las relaciones económicas, que en la actualidad son mucho más amplias que las que existen entre los sindicatos y obreros y entre éstos y el capitalismo dominado por la burguesía.

Y, ¿Por qué la socialdemocracia está perdiendo los apoyos de los asalariados, de los funcionarios y de los pensadores sociales?. La conciencia socialista moderna sólo puede elaborarse sobre la base de un profundo conocimiento científico puesto que la ciencia económica contemporánea constituye una idea de la producción socialista lo mismo que la técnica moderna. La idea de socialización de la producción es una premisa elaborada por el socialismo y como ideología es la portadora de la conciencia social que alcanza a todas las capas sociales. La tarea de la socialdemocracia actual es infundir en la sociedad y no sólo en las clases más desfavorecidas, el ideal del socialismo moderno, que no puede ser en modo alguno, idéntico al socialismo de Marx ha de elaborarse sobre premisas científicas.

La socialdemocracia actual debe aspirar a fortalecer la doctrina socialista entre los obreros, que en la actualidad se parecen más a una clase de técnicos con conocimientos científicos adquiridos en centros especiales de formación, que a los trabajadores anteriores a la aparición de la tecnología punta, los funcionarios y el mundo universitario y la nueva clase emergente. Los pensionistas, que cada día son una parte más numerosa, teniendo presente que éstos entre sí, se encuentran desgarrados por las contradicciones de clase que se reflejan en unos modos de vida adquiridos durante sus años de actividad productiva que se resisten a abandonar. La vuelta al pueblo es un concepto romántico de imposible implementación en el diseño político actual.

El espectáculo de la pobreza no mueve a los gobiernos liberales a la piedad en el sentido del cristianismo, tampoco le ocurre esto al socialismo, la ideología de la socialdemocracia se ha elaborado por una jerarquía de valores éticos desarrollados por la civilización occidental que no puede abandonar, pero la doctrina de la socialdemocracia hay que reelaborarla sobre la aparición del moderno algoritmo tecnológico.

Mientras estaba escribiendo esta columna el Alcalde de Toro, "compañero del alma, compañero", Tomás del Bien, me comunicó por un whatsapp el fallecimiento del maestro de la música y natural de Toro, José Luis López Cobos, cuenta conmigo para el homenaje que se merece. El mío particular es escuchar la canción del "Coro de los esclavos hebreos" de la ópera Nabucco de Verdi dirigido por el maestro Cobos. "Vuela pensamiento en alas doradas?. El aire dulce de la tierra natal".

(*) Concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Peñausende