En estos días, hemos podido leer en la prensa, una vez más, varios artículos sobre las pensiones de jubilación y el futuro de los jubilados, futuro que según se deduce, presumo no es nada halagüeño.

Hoy, concretamente, he leído que los jubilados necesitarán 63.000 euros colocados en rentas vitalicias para no perder con la caída de las pensiones.

Me ha sorprendido la noticia de que quienes se jubilen actualmente, perderán una media de 350 euros mensuales, todo ello, motivado por las reformas de los años anteriores, en virtud de los cuales se ha retrasado la edad de jubilación que será a las 67 años, a partir del año 2027; la cuantía de la revalorización que, los últimos años ha sido del 0,25% y la aplicación del factor de sostenibilidad, que entrará en vigor el próximo año.

Todas estas noticias, están creando en los futuros pensionistas una situación de inquietud, de preocupación, de inseguridad por la cuantía de su futura pensión de jubilación, pues, fácilmente hemos podido comprobar que a partir del año 2013, fecha de entrada en vigor de la reforma, en aspectos fundamentales, tales como la edad de acceso a la jubilación.

Sobre este extremo de la edad para el acceso a la prestación de jubilación, correrán ríos de tinta, máxime cuando se está proponiendo, en algunos círculos, ampliar la edad de acceso a la jubilación a los 70 o 75 años de edad, edad que me parece a todas luces excesiva, en cualquier actividad laboral, con la excepción de actividades intelectuales, no sometidas a horario o rendimiento. Aviso para navegantes.

Otro elemento afectado es la base del cálculo de la base reguladora, así como de su porcentaje, modalidades de jubilación anticipada, jubilación parcial, régimen de incompatibilidades, etc...

Hay un dato que creo, todos hemos comprendido perfectamente, cual es que a medida que avanza el tiempo las pensiones, en general son de menor cuantía y aún lo serán de cuantía inferior en el futuro; por todas estas causas se está invitando a las personas a ahorrar vía planes de pensiones, para completar su futura pensión de jubilación.

La idea, aparentemente parece buena, pero, les pregunto, queridos lectores, creen qué con los sueldos que percibe un trabajador o empleado normal, es decir, de una nómina de 1.000 uros mensuales, puede destinar alguna cantidad para completar su futura jubilación, cuando tiene, en la mayoría de los casos dificultades para llegar a fin de mes ? Cada lector responda, según su situación.

He leído que una de las soluciones a fin de paliar estos efectos negativos es la constitución de rentas vitalicias, que a grandes rasgos, son productos para el aseguramiento de rentas o ingresos desde el momento de la jubilación hasta el fallecimiento.

El tema, así expuesto, aparentemente, es sencillo, pero desde un punto de vista económico financiero jurídico, no es fácil y necesita asesoramiento especializado.

Las rentas vitalicias lo que nos permiten es transferir o convertir el patrimonio en una renta que venga a complementar todos los meses la pensión pública de la Seguridad Social, sirviéndonos para ello de depósitos, fondos, acciones, inmuebles, viviendas o fincas, etc...

Creo que, si queremos tener una jubilación que cubra nuestras necesidades y nos permita vivir con un cierto desahogo, debemos complementar nuestra pensión pública con otros ingresos.

Cada lector obtenga su conclusión, tome las medidas oportunas con anticipación, para llegado el momento de la jubilación no sufrir las consecuencias de una insuficiente pensión de jubilación de la Seguridad Social.

Los tiempos han cambiado y hemos de pensar que el complemento de la pensión pública de jubilación va a ser una necesidad vital.

Tomemos las oportunas medidas ¡ya!, mañana puede ser tarde y no sirven lamentos.

Leía, antes de finalizar estas líneas que, en la manifestación que ha tenido lugar en Zamora, pidiendo pensiones dignas, el número de manifestantes ha sido del orden de 200 personas, número manifiestamente insuficiente, cuando nuestra provincia es una tierra de jubilados con pensiones mínimas, en su mayoría.

Tomemos conciencia y defendamos lo nuestro, porque con subida del orden del 0,25% en las pensiones, no vamos a llegar muy lejos.

No es admisible el conformismo social o resignación, es decir, la aceptación de algo que nos es perjudicial.

No sirve decir, " es lo que hay ", pues, hemos de luchar por pensiones que permitan vivir con dignidad. El Estado está obligado a garantizar, a quienes han cotizado, el percibo de pensiones dignas.

Pedro Bécares de Lera