Esta "informatizada " sociedad puede provocar en las personas mayores cierta actitud de rechazo por temor a no poder aprender a usar correctamente las nuevas herramientas electrotécnicas y en consecuencia sentirse marginados.

Por ello, desde las asociaciones de jubilados y pensionistas promovemos cursos, talleres, iniciativas con las que las personas mayores estimulen su interés por conocer y aprender el uso de las nuevas tecnologías desarrollando su autoestima, con lo que tendrán oportunidad de sentirse más útiles colaborando en la mejora de su entorno.

Los mayores de nuestra provincia tienen la experiencia de haber vivido contantes cambios tecnológicos y necesariamente deben familiarizarse con el conocimiento y manejo de aparatos que les facilitan información y comunicación. La sociedad valora muy positivamente a las personas que están capacitadas para adaptarse a las nuevas situaciones que se plantean con los avances de la vida moderna.

El fenómeno del envejecimiento de la población por el aumento de mayores esperanzas de vida es algo que debemos asumir con todos los factores que tiene, unos a favor y otros en contra. La natalidad desciende y el número de personas mayores aumenta tanto en cifras absolutas como en porcentaje de población. Vivimos en un mundo en el que el volumen de datos y conocimiento crecen de forma vertiginosa en todos los sectores de la sociedad. A este hecho contribuye en gran manera el desarrollo alcanzado por las denominadas tecnologías de la información y la comunicación.

En este contexto se hace más necesario el acercamiento de todos los colectivos, incluido el de los mayores, a estas tecnologías de manera que todos puedan contribuir a una mayor integración social, haciendo posible que se consiga lo que se ha dado en llamar "una sociedad para todas las edades".

Son muy diversos los usos que se hacen de las nuevas tecnologías en función de los intereses o necesidades de cada sujeto en cada momento. Utilidades que abarcan aspectos tan diversos como la cultura, el ocio, la ayuda social, actividad laboral, formación, etc. Sin embargo, no todos los sectores de la población se benefician por igual de los avances tecnológicos. El aprendizaje de las personas mayores necesita de un mínimo de intencionalidad para adquirir conocimientos que requieren un esfuerzo de la voluntad superior al que requieren los estudiantes más jóvenes; pero ello redundará en beneficio de una estimulación cognitiva muy necesaria para el mantenimiento de la memoria en las personas de avanzada edad.