Los independentistas no han entendido nada. Siguen en sus trece. Como si quisieran perpetuarse bajo el 155. Por un lado un sindicato de estudiantes de la Universidad Autónoma de Barcelona convoca una fiesta de carnaval para febrero en el campus universitario, en la que no admitirán: "ningún tipo de actitud machista, ni racista, ni homófoba, ni españolista". ¡Toma ya! Nos han metido a los españoles en el mismo saco que a esa caterva de indeseados que hacen del machismo, el racismo y la xenofobia su bandera. Este sindicato hace del sectarismo la suya pero nada dice al respecto. Se retratan ellos solos.

Por otro lado, Puigdemont sigue tan a gustito en un buen hotel de la capital de Bélgica, propiedad de su amigo Gaspart, en otro tiempo presidente del Barça, viviendo a papito que quieres. Lo cuento más que nada por los que estaban preocupados por el devenir de su estancia en Bruselas. Que sepan que se pasa el día, dando paseos en plan peripatético, agarrado a un vaso y comiendo mejillones. ¿Se puede pedir más?

Y hablando del Barça y de Mas. Como todo el mundo sabe, el Barça es el más firme aliado de los independentistas. Bartomeu se ha posicionado desde un principio y, además, no ve problema, llegado el caso, para seguir jugando en la Liga española. Para unas cosas muy catalanes, pero para recibir la subvención y otras prebendas provenientes de la Federación española, la Liga española y lo que sea, no le duelen prendas ser españoles. Pues bien, al parecer, una ex consejera de la Generalitat envió un whatsapp a la directiva del Fútbol Club Barcelona pidiendo que pagara parte de la fianza de Artur Mas establecida por el Tribunal de Cuentas por la organización del referéndum ilegal del 9 de noviembre de 2014.

Por eso Mas se muestra tan tranquilo. De su bolsillo no va a salir absolutamente un solo euro. Están forzando la máquina de la solidaridad por una cuestión de "patriotismo", como rezaba el mensaje y así hacer frente a todo lo impuesto. En este caso se pedía al Barça la módica cifra de 3,5 millones de euros. ¡Ay, amigo! En Catalonia la pela es la pela y el Barça se ha negado a eso. Podría haber hecho un partido solidario del que podría sacar buenos cuartos. Nada hay descartable, pero de momento ni uno, ni dos, ni tres. Han dado nones a la ex consejera pedigüeña.

Una cosa es ser y presumir de independentista, como Josep María Bartomeu, y otra es poner dinero del bolsillo propio o del bolsillo del Club para sufragar las multas impuestas a los sediciosos. Máxime, sabiendo que los sediciosos han venido utilizando fondos públicos para las distintas consultas y todos los movimientos adyacentes. Dinero destinado a pagar las cuantiosas deudas farmacéuticas, la Educación, la Sanidad y todo eso que en Cataluña se ha ido abandonando porque la Independencia resulta ser muy costosa. Claro que siempre les quedará la Asamblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural que llevan meses y meses realizando una colecta para recaudar los fondos necesarios. Al parecer la recaudación no es la esperada. De ahí que hayan empezado a tocar a las empresas, entre ellas la del Barça. Para Messi, sí. Para Mas, no.