L os zamoranos nos preguntamos lo mismo que se pregunta el Ayuntamiento. ¿Por qué Zamora se ha vuelto a quedar fuera de la línea de financiación que el Ministerio de Fomento proporciona a los Ayuntamientos para proyectos de recuperación del patrimonio? No quiero pensar que esto ocurra porque el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Zamora no es de la cuerda del gobierno de la nación. Porque a la hora de repartir, eso, a los zamoranos nos la refanfinfla, lo que queremos es inversiones y sacar adelante los pocos, más bien escasos, proyectos que nunca veremos hechos realidad, al paso que va esta burra.

El conocido como 1,5% cultural pasa un año más de largo por esta Zamora olvidada y dejada de la mano, no tanto de Dios, señor Guarido, como de los políticos, dejando al pairo obras en las que se había hecho hincapié como el Mercado de Abastos y el Puente de Piedra. ¡Pobre Mercado de Abastos de mis amores! Ya nadie se cree que lo que se promete se vaya a cumplir. Cuando no es por estos es por aquellos, entre todos lo están matando y él solo acabará muriéndose por inanición. Y Zamora no se puede permitir perder su Mercado para que sobre su suelo especulen los que siempre especulan con el dinero y el patrimonio de todos. ¡Qué bien se dispara con pólvora ajena!

También es verdad que estimo que no hay que hundirse por el olvido. Es uno más de los miles o millones de olvidos que Zamora lleva sobre su historia. A los políticos que, en teoría, defienden los intereses de Zamora en Madrid, debería caérseles la cara de vergüenza. De hecho son una vergüenza que exige cambios urgentes cara al futuro más inmediato. A mí, qué coños me importa que estén en una o cien comisiones, por lo que cobran una pasta gansa, si eso no se ve reflejado en el bienestar de Zamora y los zamoranos. Para ellos el bollo bien calentito y para nosotros el hoyo que cada vez es más profundo.

A lo mejor, lo que toca ahora es plantarse. Es darles con la puerta en las narices. Es salir en procesión reivindicativa de continuo para atraer la atención de los medios de comunicación nacionales e incluso extranjeros y darles un poco por donde ellos nos dan toda la legislatura. A lo mejor, entonces, Zamora empezaba a contar más allá del 1,5% cultural. No nos vendría nada mal. También hay que responderles trabajando más, luchando más, a brazo partido si es preciso. Lo mismo los zamoranos nos convertíamos en la primera sociedad de España, de Europa y del mundo en demostrar que sin políticos también se vive, incluso mucho mejor.

Empieza una a estar rebotada y harta de ver lo que ve y de saber lo que sabe y que no se puede callar más. Por lo menos, el concejal Strieder, puede que con una mentalidad bastante alejada de la nuestra, asegura que existen "alternativas de financiación" para los proyectos. Bienvenidas sean. Todo lo que fuere menester menos seguir quedándonos, una y otra vez, fuera de juego.