El Gobierno del Partido Popular está metiendo la mano con demasiada asiduidad en el cajón de la Seguridad Social. En lugar de reducir gastos, los incrementan subvencionando a los partidos políticos para su financiación ordinaria y subiendo el sueldo a los habitantes de ambas Cámaras. Ya sé que es un mantra muy extendido pero también real. Es obvio que cobran el máximo en sus pensiones que se actualizan como las del resto de pensionistas. Sólo que el común de los pensionistas españoles cobra una miseria y estos señores y señoras, algunos no valen nada más que para hacer bulto, cobran un pastón.

Hay que buscar salidas a esta situación a la que nos ha llevado entre otras cosas la falta de previsión y la corrupción. Lo cierto es que hay que buscar soluciones. Pedro Sánchez ha hecho una propuesta que ha sido desigualmente recibida pero que no es en absoluto descabellada. Entre otras cosas porque ha puesto el dedo en la llaga. El sistema de pensiones está en peligro, por mucho cuento que nos cuente el Gobierno del Partido Popular y posiblemente se deba empezar por donde Sánchez propone: la creación de dos nuevos impuestos a la banca para salvar las pensiones.

Sabiendo que la banca siempre gana y que este Gobierno la ha ayudado a mantenerse durante la crisis, soltando enormes cantidades de dinero que repartido entre los pensionistas hubiera ayudado a superar el mísero 1% con que los despachan todos los años, a la banca hay que rascarle el bolsillo. De ahí que la propuesta del líder de los socialistas pase por grabar las transacciones financieras y aplicar el segundo impuesto a la banca que fue rescatada con la crisis.

Me parece que el señor Sánchez, repito, ha puesto el dedo en la llaga pero, ¡ojo!, hay que vigilar que la banca no se lo cobre a sus clientes a sabiendas de que nunca pierde y siempre gana. En los Bancos y en las Cajas te cobran hasta por decir buenos días. No tardarán mucho en cobrarnos por respirar en sus instalaciones porque el aire es suyo y no lo comparten con nadie. De ahí que cualquier medida que se adopte no lleve aparejado el cobro de comisiones a tutiplén. Para ellos son las ventajas, para los clientes los inconvenientes, incluso el de esperar horas y horas a que te atiendan en caja, cuando es día de cobro y sólo hay un cajero para atender a cien o doscientas personas.

Por los ciudadanos en general nadie, ninguna administración hace nada, como para hacerlo con los pensionistas que, por cierto, son los que mantienen a las Cajas y Bancos con sus pensiones. Lo que está pasando tiene mala pinta y no le gusta a nadie. Algo hay cuando el Gobierno ha disparado un 50% el crédito a la Seguridad Social para no agotar la "hucha" de las pensiones. Me gustaría conocer el estado de la tal hucha.

Según Sánchez, los españoles aportaron 77.000 millones de euros para rescatar el sistema bancario en los años de crisis financiera, por eso su propuesta para que ahora los bancos contribuyan a salvar las pensiones cuyo sistema está en riesgo de quiebra. Estoy por apostar que la codiciosa banca por ahí no va a pasar. Quien consiga que pase por el aro, buen conseguidor será.