Ni son buenos para la salud de Zamora los análisis triunfalistas de las distintas administraciones, ni son buenos los datos reales que arrojan las estadísticas, ni es buena la simpleza de quienes no pueden permitirse el lujo de hacer y decir lo que la sociedad zamorana viene haciendo y diciendo y venderlo como algo novedoso, como si de un arduo trabajo de investigación, como si de un análisis exhaustivo de la situación se tratara. Los zamoranos no están mal ni de la dioptría ni del oído. Por lo tanto ven lo que el paisaje ofrece. Calles plagadas de comercios cerrados. Despoblación a mansalva que deja a Zamora en cueros y la fuga de capital zamorano que invierte fuera, no ya de Zamora, sino de España. Y más concretamente en Méjico y otros países de Latinoamérica. Lo sé por los propios empresarios que han salido haciendo 'fu' como el gato.

No aguanto cuando los políticos nos quieren dar gato por liebre. No aguanto cuando intentan colarme que todo va sobre ruedas. No aguanto que ellos vivan como dios, un dios menor, pero deidad al fin y al cabo, mientras los demás tenemos que echar muchas cuentas para llegar a fin de mes sin problemas. Pero lo que tampoco aguanto es que al frente de alguna que otra organización menor, pongan al más inútil porque nadie quiere ocupar ese puestecito que el último en llegar utiliza para su propio beneficio e intereses. No hablo en este caso de política sino de la res empresarial que tampoco puede lanzar la piedra y esconder la mano. Que tampoco puede levantar el índice acusador sin antes señalarse a sí mismo.

Pues claro que la despoblación, señores y señoras de Zamora 10, "enmascara los datos del paro". Lo que no entiendo es para qué ha servido tanta y tanta reunión, tanto y tanto comunicado si el resultado han sido las conclusiones que ayer publicaba La Opinión. Entonces, apaga y vámonos. Es que de todas esas cosas y de muchas más, venimos escribiendo los columnistas del periódico desde hace bastante tiempo. No quejándonos, sino protestando, sin suerte, por haber llegado a esta situación que bien pudo haberse evitado con políticos y administraciones más escrupulosas, con políticos y administraciones que en verdad trabajen por el futuro de Zamora y el bienestar de los zamoranos. A lo mejor habría que empezar por denunciar lo que entre tres o cuatro señoras, que tienen nombres y apellidos, hacen a diario en Urbanismo para desesperación de empresarios viejos y nuevos, para desesperación de los emprendedores a los que no se les facilita el emprendimiento. De eso nada se dice cuando en realidad se debe hacer hincapié sobre ello.

La situación demográfica de Zamora no es que sea pésima, que también, es que es deprimente.