Recibimos el 2018 y lo hacemos con ilusión y esperanza. Los datos económicos que el 2017 nos ha dejado referentes a nuestra provincia no hacen más que demostrar que, aunque tenemos mucho trabajo aun por delante, los indicadores plasman una realidad halagüeña. Los años de la crisis, de la prima de riesgo disparatada y de la destrucción masiva del empleo ya han pasado a mejor vida y todo lo que ha de venir lleva apellidos de crecimiento y prosperidad económica.

El pasado año nos deja la mejor cifra de bajada del desempleo de los últimos nueve años, y su continuo descenso es un hecho. Casi 1.100 zamoranos salieron de las listas del paro en el año terminado. No nos olvidemos que entre 2012 y 2013 la provincia de Zamora superó la cifra de los 20.000 parados, siendo ésta a día de hoy de poco más de 13.300 si nos atenemos a los datos del Servicio Público de Empleo. Si lo hacemos acogiéndonos a las estadísticas de la Encuesta de Población Activa, las noticias son inmensamente mejores ya que en 2017 -datos de octubre- eran 11.400 los desempleados.

Una u otra referencia numérica nos sirve para estar contentos y con más fuerzas para seguir buscando ese objetivo nacional de alcanzar los 20 millones de ocupados en el 2020 - incluso a finales de 2019- . Nuestro país llegó a contar con más de 5 millones de parados y hoy superamos por poco los 3,4 millones. Hay menos paro, más ocupados y aunque se diga lo contrario hay más estabilidad.

Con respecto a ello, también estamos de enhorabuena. La contratación sigue ascendiendo paulatinamente en Zamora y lo hace con un 41 % de contratos indefinidos en 2017 con relación al 2016. Cerca de 2 millones de contratos indefinidos firmados en España en este ultimo año, el mejor dato desde 2006.

Todo esto refleja que las políticas de empleo implementadas por el gobierno del Partido Popular dan frutos, a pesar de las voces de quienes no quieren reconocer lo que es una evidencia, aunque queramos siempre reiterar que no nos detenemos, que queremos seguir creando empleo y fortaleciendo la recuperación económica ya imparable y tan solo aminorada por episodios tan tristes como el vivido en la hermana Cataluña. Ahí está el dato de la peor subida del paro desde 2009 en esta Comunidad Autónoma que necesita más trabajo y estabilidad que locuras y desmanes independentistas que no rentan, para nada.

El objetivo para este año que hemos estrenado no es otro que perseverar, creer en nuestra capacidad y mantener los índices de crecimiento económico y de empleo. En 2012 las expectativas eran tan negras que, es muy probable, que otro Gobierno en la tesitura que se encontró Mariano Rajoy y el Partido Popular hubiera tirado la toalla permitiendo un rescate. No fue así y gracias al esfuerzo de todos seguimos creciendo, en España, en Castilla y León y en Zamora. La mayor parte del empleo destruido durante la crisis está casi recuperado. Ahora el reto es, conseguir más y mejor crecimiento.