Lo que este año había pedido a los Reyes, y al levantarme temprano veo que no me han traído, es una reforma del sistema educativo. Para no quedar en vaguedades doy los detalles que ponía en la carta: pido que antes de llegar al instituto todos los niños sepan el nombre de los pájaros, los peces, los animales salvajes en general (empezando por los de su zona), los árboles y las plantas. Las clases y los exámenes en vivo, nada de pantallas, y el que no apruebe que no pase curso. Luego la asignatura estaría también, con un poco más de enjundia, en la prueba de acceso a la Universidad. Sería una medida de emergencia, que de momento bastaría, para evitar que, borrados de la mente los nombres, nadie los eche de menos conforme vayan siendo borrados del mapa. Ya que los Reyes me han fallado otra vez, ¿no habrá alguien que, por favor, se tome esta petición tal como la hago, o sea, muy en serio?