No estaría del todo mal, llevar a cabo la idea propiciada por un periodista zamorano a propósito de las campanadas de fin de año. Dice el compañero que los canales locales e incluso el canal regional debieran propiciar ese momento, con gente de la tierra y desde los relojes más emblemáticos de cada provincia. Zamora cuenta con un buen número de ellos. Lo suyo sería hacerlo utilizando el reloj del Ayuntamiento y con la Plaza Mayor a rebosar de zamoranos y no zamoranos. Ahora que el Ayuntamiento ha dejado atrás los números rojos, mal hecho siendo el color predominante en el consistorio, solo tendría que adaptar el reloj que nos toca "El bolero de Algodre" para poder hacer algo igual o parecido a lo que un año y otro sucede en la madrileña Puerta del Sol, pero en zamorano y más austero, más sencillo.

No veo yo a ninguna política vestida o desvestida, según se mire, a lo Pedroche, pero muchas podrían hacerlo al estilo Telecinco. Una del Psoe, otra del PP, la siguiente de Izquierda Unida y la otra de Ciudadanos. Una retransmisión coral. Aunque lo veo francamente difícil. No se pondrían de acuerdo ni en la vestimenta a lucir. Veo la cosa muy radicalizada. Entre ellos lo veo mucho más fácil. Los hay monísimos que dan muy bien en pantalla y seguro que lo bordarían porque labia no les falta. Además, siempre se les puede escribir un guion. Y si tienen problemas para memorizar se echa mano del teleprompter o autocue y a dar las campanadas tranquilamente

Pero, a ver, ¿por qué tienen que ser políticos, Carmen? Pues, tiene usted razón. Anda que no hay niñas monas en Zamora para poder dar las campanadas y la campanada. En realidad, las campanadas se dan solas, la campanada lleva un cierto sello personal que algunas explotan hasta exprimirlo. La idea no es tan disparatada. Lo que pasa es que eso debe costar un dinero y no sé hasta qué punto la Tele local estaría dispuesta a hacer historia. Siempre se puede contar con un buen patrocinio. Y sacarle algo más de rendimiento al primer anuncio local del nuevo año.

El compañero que ha tenido la idea, está dispuesto a ofrecerse como candidato. Es verdad que peina canas, pero es apuesto y todavía tiene su aquel. Además, si Ramón García sale con la preciosa capa española que luce los años que le ha tocado formar pareja con Anne Igartiburu, el compa está dispuesto a vestir la capa alistana que, al ser alto, le sienta como un guante. Una forma también de hacer patria, patria chica, pero patria al fin y al cabo. ¿Quién nos dice a usted y a mí que no podría sentarse un precedente que se pusiera de moda, atrayendo a la gente el 31D, como si se tratara de un atractivo turístico más que ofrecer al que no nos conoce e incluso al que nos conoce?

El colega, cuyo nombre me reservo por respeto, tiene las ideas tan claras que yo ya lo veo retransmitiendo las próximas campanadas. Habría muchos matices diferenciales con respecto a las cadenas nacionales. Matices diferenciales que juegan a favor de lo nuestro. Se podría incluso promocionar nuestra gastronomía en ese breve espacio de tiempo. Para ello, repito, es necesaria la colaboración institucional.