El diccionario Oxford elige anualmente un término que resume las preocupaciones e intereses del año que acaba. En 2015 fue emoji y en 2016, post-verdad. En 2017 la palabra escogida ha sido youthquake, un vocablo que aúna (en inglés) los conceptos juventud (youth) y terremoto (quake). Los académicos de Oxford eligieron este término para llamar la atención sobre los cambios políticos y sociales que el próximo año van a liderar los jóvenes nacidos después de 1980 (los llamados "millenials").

Pues bien, desde mi perspectiva, hay otros cinco conceptos importantes que, en mi opinión, serán protagonistas en la arena política en 2018.

ACTIVISTAS: Que cada vez se hace más política fuera de los partidos es innegable, sobre todo entre los jóvenes (un colectivo especialmente desencantado con las formas tradicionales de participación política). Por este motivo, los asesores en materia de comunicación política van a tener que prestar mucha atención en 2018 a las "comunidades de voluntarios activistas": aquellas que se constituyen con el propósito de dedicar el tiempo de los voluntarios a apoyar a un partido político o candidato. Un ejemplo son las grassroots en Estados Unidos, que se ocupan de la organización de reuniones, la distribución de carteles, la emisión de anuncios, la donación y recaudación de fondos, la solicitud de firmas para conseguir un determinado fin o del diálogo con vecinos en la calle mediante la instalación de mesas informativas. No obstante, las más relevantes hoy en día son las organizaciones online o networking (redes organizadas a través de Internet para apoyar a un candidato) y el crowdsourcing (acciones de apoyo creadas desde fuera de la propia organización del partido para recibir nuevas ideas, independientemente de las actuaciones previstas por parte de la campaña del candidato).

NEUROPOLÍTICA: En 2018 seguiremos viendo la aplicación práctica de los resultados de muchas investigaciones en neuropolítica. La neuropolítica es la rama científica cuyo objetivo consiste en comprender cómo actúa el cerebro de los seres humanos ante cuestiones de carácter ideológico y sobre la toma de decisiones políticas. En ese sentido, saber qué cuestiones deciden las decisiones de los ciudadanos se convierte en el objetivo prioritario de esta disciplina, con el objetivo de ayudar a diseñar estrategias y tácticas de comunicación política más eficaces. El peso de esta disciplina es tan importante que en 2010 el Gobierno de Francia puso en marcha una oficina de neuropolítica, centrada en el estudio de las imágenes cerebrales en el proceso de toma de decisiones con el fin de conocer de forma más científica cómo nos gobiernan tanto nuestras razones como nuestras emociones en función de la información que recibimos.

SOUNDBITE: Un soundbite es una frase corta (en audio o en video) tomada de un discurso político. Los soundbites se utilizan en los medios de comunicación para resumir un argumento o un mensaje político. La importancia de los soundbites reside en el hecho de que representan pequeñas cápsulas de imagen o de voz que concentran, en pocos segundos, lo esencial del mensaje de un discurso en un contexto mediáticamente tan competitivo como el actual. Los logógrafos profesionales (escritores de discursos) tendrán que esmerarse cada vez más y más para cincelar con precisión estos pequeños bocados de mensaje. Y tendrán que hacerlo muy especialmente en las campañas electorales para a adaptarse al lenguaje directo y resumido característico de los medios de comunicación y de las redes sociales (donde se produce la verdadera batalla política en las democracias).

MARCO (FRAME): Sin duda, otro de los conceptos estrella en 2018. Un marco es la perspectiva desde la cual un objeto o una actividad es observada. En la ciencia social, el concepto de marco es una metáfora tomada prestada del arte para explicar las definiciones de las situaciones (como el marco de un cuadro, que muestra una determinada realidad: la reflejada por el pintor). Así, en política, los marcos son utilizados para definir qué se incluye y qué se excluye de una determinada realidad. Los marcos conforman la visión colectiva de los hechos políticos, lo que el profesor estadounidense George Lakoff llama el "inconsciente cognitivo" (cuando escuchamos una palabra o una idea, en el cerebro se activa su colección de marcos para darle sentido y significado a esa palabra o idea, algo que vendrá determinado por sus creencias previas, valores, ideología, religión, procesos de socialización, etc.). El propio Lakoff lo define así: "Los marcos son estructuras mentales que conforman nuestro modo de ver el mundo. Como consecuencia de ello, conforman las metas que nos proponemos, los planes que hacemos, nuestra manera de actuar y aquello que cuenta como el resultado bueno o malo de nuestras acciones". Así, este autor llega a la conclusión de que los marcos son metáforas, la forma en que se desarrolla el pensamiento es principalmente metafórica, y las metáforas son utilizadas para entender lo desconocido presentándolo por otra cosa que nos es familiar y conocida.

DESALINEAMIENTO: Es el fenómeno que explica la pérdida de importancia de los esquemas teóricos que tradicionalmente regulaban el comportamiento electoral. Dichos esquemas, establecidos por Lipset y Rokkan en 1967, servían para establecer la identificación partidista de cada votante. Hoy esas "alineaciones" entre valores, creencias, status socioecónomico, nivel cultural, ideología y voto están desdibujadas. Por eso, el desalineamiento se refiere a la pérdida de importancia de la identificación con los partidos políticos, lo que complica sobremanera anticiparse al comportamiento electoral en cada elección. Este es, por lo tanto, un concepto muy relevante tanto para los líderes políticos como para sus asesores, ya que enfrentan nuevos escenarios mucho más volátiles, desdibujados e inciertos que los de épocas pretéritas no tan lejanas. En este contexto, la comunicación política profesional resultará un pertrecho imprescindible para ganar cualquier contienda electoral o para gobernar adecuadamente. Veremos qué nos depara 2018.