Me encantan las estadísticas porque dan buena cuenta de todo aquello que describen y que, de otra manera, sin su concurso, nos pasaría desapercibido. Las del Ine aseguran la calidad y credibilidad de los datos. Esta que hoy me ocupa y preocupa es fuente directa del Instituto Nacional de Estadística. Me hubiera gustado, sobre todo en estos días, que versara de materias más alegres, más divertidas, más curiosas, más entretenidas. Pero no. La que he elegido, porque es la última publicada por el Ine, tiene que ver con los fallecimientos.

No deja de ser curioso que los fallecimientos por causas naturales hayan descendido un 3,1%, aunque aún suponen el 96,2% del total, mientras que las muertes por causas externas subieron un 3,95 debido principalmente al aumento de las defunciones por caídas accidentales y ahogamientos. ¡Ojo con las caídas! Suelen ser muy puñeteras y algunas mortales, de inmediato o a medio plazo.

Lo cierto es que las caídas abocan a la risa cuando en realidad debieran abocar al llanto. Las caídas accidentales dentro y fuera del hogar acaban pasando una factura en exceso dolorosa. El pasado año se registraron 3.019 muertes por caídas accidentales, lo que viene a suponer un 8,5% más que el año anterior.

Claro que es eso que se llama muerte externa y que arroja una cifra alarmante, no deja de ser preocupante que el suicidio siga siendo la principal causa de muerte externa. La cifra es preocupante: 3.569 fallecimientos. De estos apenas da cuenta la crónica negra, la página de sucesos. Si acaso de algún suicidio sonado porque el personaje era popular o famoso. El resto pasa desapercibido, se oculta, se calla, se pasa página casi de inmediato. ¿Qué puede pasar por la cabeza de una persona para quitarse la vida?

Por sexos, el suicidio sigue siendo la principal causa de muerte externa en los hombres. Son los que prefieren quitarse de en medio, quitándose la vida. Dicen que si los problemas, que si la soledad, que si aquello que no se sabe o no se puede afrontar. Vaya usted a saber. Sin embargo, ya ve, en las mujeres la principal causa de muerte fueron las caídas accidentales. Esas caídas suelen ser muy puñeteras y hacen unos estragos bárbaros. Algunas con consecuencia de muerte inmediata y otras muertes a causa de los "daños colaterales" que conllevan.

Por cierto, la tasa de mortalidad sigue siendo más alta entre los varones que entre las mujeres. Nuestra pila es más resistente que la de los varones. O nos cuidamos más o llevamos una vida más sana o vaya usted a saber la razón, nadie nos lo ha dicho, pero lo cierto es que tenemos más aguante que los hombres. Sea como fuera, hay que intentar cambiar la estadística aunque la tercera comunidad autónoma con la tasa de mortalidad más elevada es, precisamente, Castilla y León.