U lises, Aquiles o Eneas fueron protagonistas de ese género literario denominado epopeya. Ahí siguen, al alcance de todos, los libros en los que podemos leer las hazañas de esos héroes antiguos en cuyas aventuras y desventuras la humanidad se mira todavía como en un espejo. No sabríamos decir en qué época desapareció el género, ni si coincide con la decadencia del héroe, pero en una de las notas de un político independentista catalán leíamos hace poco que hacía falta "épica". Dado que la épica no existe al margen del héroe, debería haber escrito "necesitamos héroes". ¿Los tienen? ¿Lo son Puigdemont, Junqueras o Mas? ¿Es Marta Rovira una heroína? ¿Algún poeta actual sería capaz de dedicarles unos versos que nos conmovieran hasta el tuétano?

¿De qué modo un trovador de nuestros días articularía los materiales de la "epopeya" catalana para dar a la imprenta un equivalente, no sé, a Os Lusiadas, por citar un ejemplo, donde al narrar las gestas del explorador Vasco de Gama se cantan las glorias del imperio portugués? Me pregunto si en esa selección se incluiría la declaración unilateral de independencia y la fuga consecuente de las empresas más emblemáticas de Cataluña hacia lugares de aguas más tranquilas. Si se hablaría de las rupturas familiares provocadas por el procés, de la desorganización social surgida a su amparo, de la insolidaridad de las fuerzas separatistas respecto al resto de los pueblos de España. ¿Se enumerarían asimismo las mentiras de Artur Mas y otros acerca del reconocimiento internacional que suscitaría el nuevo Estado, de las empresas que harían cola para instalarse en el Paseo de Gracia?

No lo tendría fácil el poeta, pues debería mencionar asimismo el efecto de lavado de cara producido por el independentismo sobre las comisiones del 3% y la corrupción del PP. Ningún escritor que se precie sería capaz de sortear la evidencia de que el Rajoy de los sobresueldos y el Puigdemont heredero de la antigua Convergencia se han fortalecido en el desarrollo de esta causa. ¿Cuántas velas a su santo preferido no habrá puesto gente como Bárcenas para que la fiesta soberanista continué? Muy difícil, en fin, lo de la épica.