Seguimos a vueltas con el asunto de comprar o no comprar productos catalanes esta Navidad. Muchos españoles estaban dispuestos a pasar página, hacerle caso al presidente Rajoy y dejar caer en la cesta de la compra algún que otro producto de Sant Sadurni de Noia, Sant Boi de Llobregat o Esplugues de Llobregat, porque el Bimbo viene ahora de Portugal. Hay que fijarse en el etiquetado y conocer la procedencia. Sin embargo, son muchos los ciudadanos españoles que se muestran quejicosos porque no pueden pasar página. "Los independentistas no dejan de insultarnos" se dicen y dicen muchos ciudadanos. Ellos no han cambiado el "chip", ¿a santo de qué vamos a cambiarlo nosotros? No les falta razón. No ha habido más que seguir la rara campaña electoral catalana y escuchar a gentes como Rull, Turull, Marta Rovira, Carme Forcadell, Anna Gabriel y compañía para darse cuenta de que no nos tienen nada de aprecio, nada de consideración.

Y la gente se cabrea cuando comprueba que en las palabras de algunos se esconde o aflora tanto odio, tanto desprecio, tanta humillación. Y todo por ser, llamarse y sentirse español. Eso es algo más que falta de química entre unos y otros. Yo no me fío mucho de las encuestas. Tengo la sensación de que, cada vez, más, se responde algo distinto a lo que se piensa. Por eso no cuadra lo dicho y lo hecho.

Lo digo porque hay una encuesta que asegura que uno de cada cinco españoles no comprará productos catalanes en Navidad. Yo creo que es al revés. Aunque lo que yo creo y la realidad no tengan nada que ver. Me parece muy poco con la que está cayendo, que tan solo un 20,42 por ciento de los españoles asegure que no comprará productos catalanes, aunque un 72,96% haya declarado que no variará sus costumbres.

Por porcentaje, murcianos, castellanos y leoneses, riojanos, cántabros y aragoneses son quienes en mayor porcentaje que el resto no piensan adquirir género catalán alguno. Es verdad que nunca había visto en el súper a la gente fijarse tanto en la etiqueta como ahora. Si es que casi todo viene de Cataluña. Otros se han trasladado a Portugal y últimamente se importa mucho del vecino país que nos está empezando a ganar en todo, incluso en imagen, gastronomía y turismo, por goleada.

No sé sabe a ciencia cierta, la política no es una ciencia exacta, qué puede pasar el 21, el 22 y siguientes. Lo que sí es cierto es que la situación política de Cataluña estará presente en las celebraciones navideñas de 55,28% de los españoles. Vamos, que será un tema recurrente de conversación durante las fiestas. La cifra aumenta hasta un 67,80% precisamente en Cataluña. No sé por qué me da que cuatro de cada cinco españoles no comprará productos catalanes. Y eso a pesar del ruego del Presidente Rajoy, de los que claman por la normalización y de los afectados.