Promover el envejecimiento activo como promoción de la ciudadanía en general y fomentar el crecimiento del nicho de empleo en torno a un colectivo cada vez más importante en lo numeroso y en su papel social, han sido dos de los pilares de las jornadas celebradas esta misma semana en la sede de la Fundación Rei Afonso Henriques, organizadas por la Diputación Provincial. El concepto de envejecimiento activo viene siendo impulsado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde principios de este siglo. Es, en resumen, una nueva forma de concebir a la persona mayor, lejos de la definición de alguien, por ende, dependiente y abocada a un deterioro físico y mental que lo incapacita como elemento decisivo en la articulación de una sociedad.

Ese concepto trasnochado de lo que significa avanzar en edad y finalizar la etapa laboral ha llevado, incluso, a infantilizar el tratamiento de un colectivo que, sin embargo, en los últimos años ha cobrado visibilidad, puesto que cada vez son más las personas que superan los 65 años con un óptimo estado de salud física y mental, que dispone de tiempo libre y cuenta con ahorros y unos ingresos que le permiten disfrutar de su tiempo libre. Las agencias de publicidad y las empresas dedicadas al ocio, sobre todo los viajes, hace ya algún tiempo que exploran, con éxito, esta parte del negocio. E, indudablemente, también Zamora, que ya acoge numerosas excursiones colectivas y visitas individuales de personas mayores, puede inscribirse entre los destinos con mucho que ofrecer por su indudable calidad de vida. Pero las posibilidades pueden ir más allá.

En 2009, el Consejo Económico y Social de Castilla y León eligió Zamora para un congreso donde se analizaron las perspectivas del envejecimiento activo en Castilla y León. Era casi una cita obligada si hablamos de una de las seis provincias más envejecidas de España, junto a las castellanoleonesas Ávila, León y Soria, además de las gallegas Orense y Lugo. La edad media de Zamora supera ya los 50 años en términos globales y en los núcleos de menos de 500 habitantes, la mayoría, sobre todo en el ámbito rural, cuatro de cada diez tienen más de 65 años y casi un 15% supera los ochenta. A cambio, los menores de 15 apenas llegan al 6%.

Las barreras que deben sortearse para que todos ellos puedan acceder a unos servicios concentrados, puesto que es implanteable desplegar una cartera de calidad en todos y cada uno de los más de mil pueblos zamoranos pueden ser, en sí mismas, una oportunidad de negocio para quien pretenda romperlas. Y cada vez son más los mayores dispuestos a hacerlo.

Ese informe del CES señalaba, por un lado, que el proceso de envejecimiento está dándose sobre todo en las ciudades, donde fue a parar la emigración procedente del éxodo rural. También es cierto que existe un goteo incesante de retornados, los que marcharon de jóvenes a las grandes ciudades y ahora buscan una ciudad más barata y asequible donde vivir y disfrutar en plenitud de la nueva etapa en sus vidas. Su Zamora natal les ofrece parte de la respuesta, pero se necesitan poner en marcha nuevos servicios capaces de complementar el estilo de vida al que aspiran o el que quisieron llevar cuando sus obligaciones laborales no lo permitían.

Otros países como Estados Unidos llevan practicando desde hace tiempo lo que se denomina disciplina "antiaging", cuya finalidad es ralentizar el proceso de envejecimiento y mejorar todos los aspectos de la salud, física y mental, del ser humano. Una práctica extensible y necesaria también incluso para los que van cumpliendo años aunque siguen todavía activos laboralmente, puesto que está clara la tendencia a que vaya retrasándose la edad de jubilación, por no hablar de lo incierto de las prestaciones que actualmente perciben los beneficiarios de la Seguridad Social. Urge profundizar en los protocolos de vida saludable para prolongar el mayor tiempo posible ese buen estado en el que dice encontrarse más del 60% de los mayores de 65 años, sobre todo los hombres en Castilla y León.

Pero se trata de organizar actividades y fomentar la participación tratando a estas personas como lo que son, adultos con capacidades y potencial, huyendo de la infantilización que acarrean a menudo determinadas prácticas. Eso supone, además, revisar el propio concepto de residencia de mayores, concibiéndolo como una prestación más para quienes deciden, libremente, irse a vivir a una comunidad de iguales donde todas sus necesidades son cubiertas por un equipo de profesionales capacitados y acreditados. El empleo en este sector, desgraciadamente, se ve con frecuencia afectado por una elevada temporalidad y precariedad, lo que se da de bruces contra la profesionalidad requerida. La política "antiaging", en definitiva, puede proporcionar herramientas que disminuyan los costes de patologías crónicas asociadas a la edad y que pueden ser reducidas o atenuadas si se siguen unas pautas de vida saludable. Ese ahorro puede ser luego reinvertido en la bolsa de atención a quienes se encuentran en situaciones muy distintas a las expuestas.

Porque, por contra, hay gran número de ciudadanos que envejecen con grandes dificultades de salud y que viven en una situación de vulnerabilidad, sin redes familiares, con pocos recursos y sin acceso a servicios adecuados, pero que tienen igualmente derecho a una vejez digna. Y existen, al mismo tiempo, sectores que deben progresar y avanzar mucho más como es el campo de la geriatría, abordándola como verdadera especialidad médica y de investigación asociada a grandes patologías, pero también a problemas específicos y comunes en estos rangos de edad, desde los trastornos musculares al insomnio, por citar solo dos ejemplos.

Se trata, en suma, de establecer un nuevo modelo de sociedad en el que las personas puedan envejecer siendo protagonistas de su vida. Personas con capacidades que desarrollar y con necesidades que pueden ser cubiertas a través de proyectos de emprendimiento que, a su vez, otorguen una oportunidad a los más jóvenes. Y establecer, así, una suerte de equilibrio demográfico que nos aleje de la visión abismal que estamos acostumbrados a tener de la provincia zamorana.