Atres semanas para las elecciones regionales en Cataluña del 21 de diciembre, todos lo sondeos y encuestas que van apareciendo se muestran coincidentes en que el independentismo volverá a gobernar, pese a la subida notable de los partidos constitucionalistas, que si bien aumentarán sensiblemente el número de votos, por encima de esos 300.000 al menos que se consideraban necesarios para dar el vuelco definitivo a la situación, se pueden ver superados por la suma de los separatistas que lograrían una estrecha mayoría a falta de uno o dos escaños para la mayoría absoluta.

Si eso es así, resultará más que evidente la equivocación de la convocatoria inmediata de los comicios por parte de un Gobierno temeroso de que la aplicación del articulo 155 de la Constitución pudiese tener consecuencias indeseables, aunque al final tal vez se produzca esa misma indeseable conclusión que retornaría a Cataluña y a los secesionistas al mismo punto de partida. Y eso por más que ahora, y así incluso lo reconocen los cabecillas de la rebelión, cada uno por su lado, se viesen obligados para no topar de nuevo con el 155 a buscar sin tregua un nuevo camino, una nueva estrategia, aunque no a renunciar a sus delirios separatistas. Si como ha predicho el expresidente Aznar las consecuencias, de confirmarse la temida derrota de los unionistas, pueden llegar a ser peores, ya se verá. En todo caso, puede que la intervención de Cataluña no quede más que en una tregua, desoladora para la opinión pública, ya harta de tanta y tanta estulticia por una y otra parte. Rajoy anda animando al personal, para que vayan a votar, y en el PP se sienten optimistas, o eso dicen.

En las encuestas del pasado fin de semana, encargadas y publicadas por dos diarios nacionales de tendencias diferentes y distantes, uno dentro del ámbito más conservador y el otro volcado de siempre al centroizquierda, los resultados son favorables a los grupos independentistas pero por poco, lo que hace que nada se pueda descartar. Para "La Razón", los de Ezquerra serían los más votados, con un 24 por ciento, seguidos de C´s con el 20, JXC el 13, PSOE con el 14, PP con el 11, y CUP con el 6, con una participación que cifra en el 70 por ciento. De los 135 escaños del Parlament, el bloque secesionista quedaría con 66 escaños y les faltarían dos para la mayoría absoluta, y los constitucionalistas con 59. En "El País" ambos grupos aparecen con el 46 por ciento de intención de voto, en una participación que subiría al 80 por ciento del censo. ERC con el 26 por ciento, y C´s con un 25, serian también los que contarían con mayor apoyo del electorado, y el PP el que menos, con el 5,8 por ciento. Con estos datos, a los separatistas les faltaría un solo escaño para la mayoría absoluta. Que va estar, por lo que señalan los sondeos, en manos de Catalunya en Comú, la coalición de Colau? y de Podemos, con una representación parlamentaria que les permitiría jugar la baza definitiva. Ambiguos y contradictorios con la independencia podrían apoyar a Ezquerra y demás, o abstenerse, lo que haría ingobernable la región, obligando a repetir elecciones, por lo que presumiblemente acabarían apoyando a los de su cuerda ideológica.