no digo que la clase obrera aporte siempre el sentido común, pero al menos introduce un elemento de "verdad", la del que no se mueve en lo superfluo, la apariencia y la presunción. En ese sentido, la ausencia de la clase obrera organizada en todo este circo de la independencia puede que haya influido en su descontrol final. Las organizaciones obreras siempre han sabido parar una huelga, o una lucha, cuando proseguirla ya no lleva a nada, sin perjuicio de volver a la carga cuando haya condiciones. Ese mismo concepto, "condiciones", es de raíz marxista, y su aplicación evita gastar pólvora en salvas. La pérdida de fuerza de la clase obrera catalana, sustituida en la hegemonía por el bucle de la imagen, el diseño, la publicidad, las telecomunicaciones y el llamado sector cuaternario, quizás esté en el origen de la pérdida de pie y la levitación. Cuando había sindicatos fuertes esto no pasaba.