quiero hablar de un hecho que no tuvo mucho eco en los medios: la respuesta de los jóvenes mexicanos al terremoto que sufrieron el pasado mes de septiembre. Por lo general, se dice que se tiene poca fe en la actual generación de jóvenes, se nos acusa de ser una generación perdida, individualista, egoísta y que vive una realidad digital. Pues bien, en México después del terremoto las calles se llenaron de "millennials" con la motivación de ayudar al otro, cayendo el estereotipo de que la juventud está perdida. Los jóvenes han inundado las calles para rescatar a los necesitados, quitar escombros, comprar medicamentos, ropa, comida... Se han organizado para gestionar la ayuda a los afectados por el terremoto.

Esto creo que muestra algunos puntos positivos de nuestra generación que hay que poner en valor; quiero destacar tres de ellos. En primer lugar, el sentido comunitario, reflejando que no sólo vivimos desde el individualismo, no somos tan indiferentes ante los demás. Somos capaces de ver las necesidades del otro, lo que le sucede al otro nos afecta y sabemos dar una respuesta. Un testimonio de un joven decía: "lo que me mueve es ver a la gente sufriendo; han perdido su casa, tienen familiares muertos y siento que si no colaboro esto solo puede ir a peor". En segundo lugar, la solidaridad con los demás. Otro de los jóvenes decía: "los jóvenes estamos aquí para ayudar a los demás". Nos damos cuenta de tener un destino común que hay que construir juntos, si se quiere evitar la catástrofe para todos. En tercer lugar, el uso en positivo de las redes sociales es una realidad de nuestra generación, que ha servido a los jóvenes como lugar de organización para dar una respuesta rápida a un hecho doloroso, que nos pone en movimiento para actuar.

Esta respuesta de los jóvenes en México no es una anomalía, sino que es reflejo del corazón de la generación "millennial". Es verdad que nuestra generación es distinta y tiene otra forma de actuar, de expresarse y de organizarse, pero somos capaces de aportar unas manos que construyen y de ver cómo en la dificultad hay esperanza. Somos una generación de "Locos valientes", como dice el título de la canción de Baby k ft. Andrés Dvicio, una generación que busca su sentido, pero creo que seremos capaces de construir una sociedad basada en el amor y la esperanza, capaz de reconocer a Dios y de ayudar al otro como hermano.