En palabras de Guy Kawasaki, el célebre inversor responsable de entre otros proyectos del Macintosh de Apple: "Es fácil tener ideas de negocio. Lo más complicado es aplicarlas en el mundo real".

Y es que en el mundo en que vivimos todo proyecto empresarial se enfrenta a múltiples dificultades. En muchos casos estos problemas les llevan a cerrar sus negocios. Problemas para vender, para producir y operar, para controlar, para planificar y también para mantenerse. En otros casos algunas buenas ideas no consiguen arrancar por falta de pulmón financiero.

Como pequeño empresario y autónomo he conocido en primera persona las dificultades que entraña poner en marcha cualquier proyecto. Es cierto que el proyecto de la biorrefinería de Barcial del Barco está a otro nivel económico más elevado y me cuesta imaginar las dificultades de obtener financiación a esos niveles. Sin embargo, se algo común a cualquier proyecto empresarial: los ruidos y algarabías que suponen las manifestaciones no van a funcionar para atraer al proyecto a los posibles inversores. Más bien al contrario, me atrevo a afirmar que los inversores buscan estabilidad y seriedad a la hora de invertir su dinero en un proyecto.

En el Partido Popular creemos en los emprendedores, en los autónomos, en las pequeñas y medianas empresas que son los verdaderos motores económicos de nuestra tierra. Son los creadores de empleo. Por este motivo, siempre hemos apoyado y colaborado en el proyecto de la biorrefinería de Barcial del Barco. Es un proyecto interesante que aporta soluciones para la agricultura de la zona, que crearía empleo y la revitalizaría industrialmente. Desde hace años venimos trabajando en paralelo a los promotores del proyecto. Todos los responsables políticos del Partido Popular en los distintos ámbitos de competencia: local, provincial, autonómica, nacional y europea han apoyado de una u otra forma está iniciativa. No hay duda de ello.

Steve Case, el fundador de América On Line dijo una vez "una visión de una idea sin la capacidad de ejecución es únicamente una alucinación". Y éste es el verdadero problema de la Biorrefinería: por mucho que apoyemos el proyecto, no se solucionará únicamente con buenas palabras, pancartas y fotografías. Hacen falta fondos. Hace falta que los promotores de la idea aporten dinero. Si no lo tienen, hace falta atraer a industriales o inversores que si dispongan de recursos para invertir en el proyecto. Y visto lo visto, esto no parece una tarea fácil. No se puede poner en marcha un proyecto de 180 millones de euros solo con buenas intenciones. Esto es lo que les vino a decir el Vicepresidente de la Junta de Castilla y León en el último pleno de las Cortes ante una pregunta parlamentaria.

La Junta de Castilla y León lleva años trabajando en este proyecto. Todos coincidimos en que de ponerse en marcha sería muy bueno para la provincia.

La realidad es que los técnicos de la Junta consideran inviable el proyecto desde el punto de vista financiero. Y no solo los de la Junta, todos los expertos consultados dudan de la viabilidad financiera del proyecto. Los responsables de la Junta se han reunido en muchas ocasiones con los promotores. Se está haciendo todo lo posible. Se han buscando fondos con líneas de financiaciónn autonómicas y nacionales. Incluso se ha llevado el proyecto a Europa para buscar financiación del Plan Junkers, siendo del todo imposible. Se ha intentado buscar financiación con fondos de capital riesgo sin éxito. Se ha intentado igualmente con inversores particulares, con industriales de la comunidad, incluso con el principal cliente del proyecto y la respuesta siempre ha sido un no rotundo a invertir en la biorefinería.

Ningún organismo público o privado considera viable financieramente un proyecto en el que los promotores no aportan capital alguno. Hoy por hoy lo que se pide es un acto de fe sobre un proyecto con muchas bondades y un solo problema: nadie pone dinero. Como me dijo hace poco un paisano en tono jocoso: "el proyecto es tan bueno, tan bueno, que nadie quiere invertir". Y es que, sin una aportación de capital por parte de los promotores a una iniciativa empresarial privada, ni la Junta de Castilla y León, ni el resto de administraciones públicas puede financiar el proyecto.

El proyecto de la Biorrefinería de Barcial del Barco debe cumplir los mismos requisitos técnicos, económicos y financieros, que se le piden al resto de proyectos que optan en pública concurrencia a las líneas de financiación y ayudas públicas disponibles.

El Partido Popular seguirá apoyando el proyecto, a pesar de ser inviable financieramente. No vamos a retirar nuestro apoyo pues lo que hoy no es viable puede serlo mañana si alguien decide dar el primer paso e invertir millones de euros en este proyecto. Queremos que este proyecto salga adelante y estamos dispuestos a hacer todo lo que esté en nuestra mano, dentro del marco legal, para conseguirlo. No obstante, los promotores también tienen deberes que hacer. Es necesario que consigan aportar fondos propios y una financiación viable a su proyecto.