Hoy en día la mayoría de los pequeños ahorradores prefieren tener los depósitos a la vista en sus cartillas de ahorro, huyendo del plazo fijo, y es posible que también de los fondos de inversión, sobre todos si son de renta fija. En la actualidad se prefiere no correr riesgos, teniendo los ahorros con la mayor liquidez posible. Pero la rentabilidad de estos productos financieros es casi nula o muy baja.

Visto el panorama, parece que lo más correcto es actuar en el mercado bursátil con la ayuda de expertos. Con unos conocimientos mínimos y sobre todo sin arriesgar, invirtiendo en valores muy conocidos y solventes. El riesgo es para profesionales y gentes muy preparadas en temas bursátiles, con grandes conocimientos en micro y macroeconomía y con asesores adecuados.

Pero ante las variaciones en la rentabilidad del mercado, los ahorradores tienen que tomar nuevas posiciones. Muchos de estos se inclinan por la inversión en renta variable, en valores muy conocidos y sin apenas riesgo por la gran solvencia de estas empresas. Para ello es imprescindible conocer unas reglas fundamentales si no queremos tener fracasos con pérdidas de ahorros. A continuación expondremos, de la manera más sencilla, unos consejos para que el pequeño inversor tenga en cuenta.

La inversión en renta variable puede ser especulativa (compra y venta posterior), con el fin de obtener beneficios en la transacción, con el gran riesgo que comportan estas operaciones. Pero también se puede invertir en renta variable para tener unos ahorros a largo plazo, obteniendo un dividendo aceptable todos los años. Al pequeño ahorrador le recomendamos la compra de productos de renta variable, no para especular pero sí para obtener el dividendo correspondiente, que siempre lo conseguirá si compra valores de empresas fuertes y bien dirigidas. En España tenemos siete empresas que rentaron más del 5% por acción en 2017, siendo líder en dividendos Endesa, que ya ha informado que repartirá unos dividendos del 6,58% el próximo año.

Por lo tanto, somos partidarios de las inversiones en bolsa para formar un pequeño patrimonio, nunca para especular, pues esta fórmula puede dar bastantes disgustos al pequeño inversor. Si seguimos el primer camino, debemos elegir para la compra entre unas quince empresas del IBEX 35, que son las mejores del mercado, e inclinarnos por alguna de ellas, con la casi absoluta seguridad de que se obtendrá un dividendo todos los años sin apenas riesgo alguno, pues estas empresas suelen tener grandes reservas y por ello pueden ofrecer dividendos sin saber los resultados anuales del negocio. El dividendo de estas empresas del IBEX 35 está, en los últimos años, entre un 6,5% y un 3%, siendo el riesgo casi nulo, pues sería muy raro que una de estas entidades, que están muy bien gestionadas, pudiera entrar en concurso de acreedores o en quiebra. Ha de tenerse especial cuidado con los "Bonos contingentes convertibles", conocidos como los "cocos", que tienen riesgo alto de convertirse en acciones con capacidad para absorber pérdidas.

Para invertir debemos conocer la historia de la empresa cuyas acciones pretendemos comprar, y si es posible debemos también enterarnos de quiénes son los consejeros que la dirigen. El caso de Bankia es muy significativo. Se puede comprobar la enorme diferencia que ha existido entre la época anterior, cuando la han dirigido políticos como Blesa o Rato, y el momento actual bajo la dirección de Goirigolzarri, un profesional de la banca, siempre curtido en muchas batallas bursátiles.

Hay que tener claro que la bolsa no es ninguna lotería. Y por este motivo hay que analizar lo mejor posible los valores que se pretenden adquirir. Estudie bien la empresa donde quiere invertir. Sobre todo la rentabilidad que ha tenido en los últimos cinco años, por ejemplo. No juegue a ser adivino cuando compre acciones de una empresa. Ni invierta a lo loco y a ver qué pasa, como si esto fuera un juego de niños. El dominio del funcionamiento de la Bolsa es de una complejidad extrema, exigiendo amplios conocimientos de economía y del mercado bursátil. Por este motivo aconsejamos al pequeño ahorrador que no especule y se dedique a comprar valores de máximo prestigio y que todos los años den un buen dividendo. Su compra no entraña ningún riesgo y los datos contables de esas empresas son expuestos en todos los medios de comunicación. Se dice por los expertos en estos temas que, si queremos invertir en estos productos financieros, debemos regirnos por estos cuatro conceptos o ideas: Conocimientos, dinero, paciencia y, sobre todo, suerte. Hay que ver la bolsa como un activo que le permita obtener, con escaso riesgo, una permanente rentabilidad.

No debe invertir nunca en un solo valor. Es una temeridad tener el 100% del patrimonio invertido en una sola empresa. La diversificación es mucho mejor. Hay muchos sectores para elegir: Banca, seguros, eléctricas, telefonía, etc. Y mejor hacerlo en empresas del IBEX 35, índice que refleja que las entidades incluidas reúnen una serie de condiciones fijadas por la dirección del Mercado de Capitales.

Todos estos, llamémosle, consejillos, van dirigidos a pequeños ahorradores que no han tenido ningún contacto o muy escaso con la Bolsa de Valores, pues para los veteranos no se les dice nada nuevo que ellos nos sepan y practiquen constantemente. En todo caso serían ellos quienes tendrían que asesorarnos por su gran experiencia, porque la mayoría de estos conocimientos no se aprenden en los libros. La experiencia es lo más importante en el mercado de capitales.

No obstante, le recomendamos a todos los inversores que lean el informe público denominado "Decálogo de consejos para evitar chiringuitos financieros" de la CNMV (Consejo Nacional del Mercado de Valores), un conjunto de recomendaciones para no caer en las redes de empresas que ofrecen servicios de inversión sin estar autorizados.