Han transcurrido hoy justo cinco años. El móvil me despierta en la madrugada Hay un riñón disponible para el transplante, con la condición de que exista compatibilidad entre el mío, enfermo, y el de alguien que, lamento que jamás llegaré a conocer su identidad, me salvó la vida

Mi mente, todavía bajo los efectos de la anestesia, evocaba sin saber por qué el cuento mas breve nunca escrito.....

Felizmente corregido: "Cuando despertó, el monstuo de la enfermedad había desaparecido". Superados esos cinco años, este querido país nuestro se encuentra en una encrucijada muy difícil de resolver.

Las eventuales soluciones posteriores a las fechas señaladas como límite a la asonada del 1O, se antojan cada cual mas intricadas. ¿Qué tiene esto que ver con mi paso por el quiròfano para un trasplante vital? Intento razonarlo.

Dos de octubre 2017. Ocurra lo que ocurra de aquí a entonces, dias lamentablemente turbulentos , el insólito texto de Augusto Monterroso impondrá su liviana validez. El dinosaurio aún seguirá allí; oculto tras los mismos políticos y sus personales ambiciones.

Pese a quien pese..

A continuación los responsables de una de las dos partes en conflicto - es mi opinión - no tendrán más remedio que practicar la inevitable cirugía. ¿Trasplante , trepanación, radiación sobre los pútridos órganos de la independencia a toda costa ? A ellos el decidir. Diálogo es para mucho el nombre del cuento de nunca acabar. O el desarme una Constituión que con sus eventuales defectos, nos ha permitido llegar hasta aquí. (Ojalà surgiera un hombre bienaventurado, semejante a aquél que con su generosidad anónima cedió el órgano con el que poder sobrevivir). De lo contrario, el cuento más corto de la Historia de la literatura nos despetará de nuevo .

Cuando el pròximo desalmado pretenda pasar por enésima vez a la historia, con h minúscla, de ese nacionalismo montaraz. Desde su tétrica, persistente inmadurez. La Historia , con mayúscula, lo seguirá ( los seguirá) juzgando.

Jesus Pertejo