Algún día ignoraba lo que ahora veo, las vueltas que da el mundo, ¡válgame el cielo!". Y es así quién me hubiera dicho hace unos meses que los artífices del independentismo catalán, los que despotrican de España y de los españoles, de sus costumbres, hábitos y tradiciones, de nuestras folclóricas y demás, acabarían, en algún aspecto, pareciéndose a ellas, haciendo o diciendo lo que un día fue lo más comentado en España.

Quién no recuerda a la Faraona, quién no recuerda a Lola Flores, la auténtica inventora del "crowdfunding" a la española. Invento que se atribuye al sitio web Kickstarter, cuando en realidad fue la madre de Lolita y Rosario quien lo puso en el mercado. Grandes intelectuales como el zamorano Agustín García Calvo, lo pondrían en práctica años después.

La Lola de España reclamó a la piedad pública que le ayudaran a pagar un descuido con el fisco que se elevaba a 28 millones de pesetas. El profesor zamorano hizo lo propia para poder pagar 10,5 millones de las antiguas pesetas que también le solicitó el fisco por la vía de apremio. Ambos son historia. Pero la historia es cíclica y por tanto se repite. Ahora es el desaparecido Artur Mas, el que montó el lío independentista y le pasó el marrón a los demás, el que pide aportaciones generosas a los catalanes para pagar la multa del Tribunal de Cuentas. Igual que La Faraona pero en independentista.

Sobre todo en Cataluña, la pela es la pela, y es precisamente la pela lo único que puede hacer desistir a esta gente de sus propósitos. Porque la multa tiene que pagarla, por mucho que se llame Artur Mas, ya que de otra forma sentaría un precedente que no se puede consentir. El estado policial y por lo tanto represor que, según ellos, es España, tiene que obrar en consecuencia con los de este lado de la linde y con los del otro lado, entre los que también se encuentra la adinerada familia Pujol, la de la herencia que nunca existió. O pagan todos o no paga ninguno, venga la multa del estamento del que venga. No vaya a ser que por el hecho de ser catalán, a Mas se le aplique la ley del embudo, para él lo ancho y para los demás lo estrecho y tortuoso, familia Janeiro incluida.

Con esta petición se acentúa más si cabe la jeta tan dura que tiene el catalán. Ahora habla de que el Estado español busca "destrozar a las personas y sus familias". ¡Canalla! Pero nada dice del gobierno represor catalán, que ha destrozado la convivencia pacífica de los catalanes entre ellos mismos y con el resto de españoles. El gobierno de Mas fue la loba capitolina que amamanto a la CUP, Catalunya en Comú, PDeCAT, Catalunya Sí que es Pot y demás grupúsculos nacidos no al amor de Cataluña, si no de la Cataluña que ellos quieren, donde todos puedan meter libremente las manos en el cajón 'comú'. Sólo que a ver de dónde coños sacan el dinero, porque no creo yo que la España represora los siga manteniendo.

La 'caja de solidaridad' habilitada por los soberanistas permanece abierta, la sociedad catalana ha sido emplazada a seguir realizando aportaciones. ¡Hagan juego, señores! Si va. Y va para Mas.