Su enfrentamiento con Otegi en la recién celebrada Diada de Cataluña, ha corrido como la pólvora de WhatsApp en WhatsApp, con más aplausos que pitadas. Se llama Cake Minuesa y poco más se sabe de este chico que no tiene pelos en la lengua. Estudió Derecho en Valencia y la radio le llevó a Madrid en 1996. Tiene un Máster de Producción Ejecutiva conseguido en El Mundo TV, y otro Máster de Creatividad y Humor en Globomedia. Trabajó en Antena 3, Cuatro, Telecinco e Intereconomía. No sé si son suficientes cartas credenciales profesionales o no, lo que sí sé es que le echa dos cataplines bien echados a sus actuaciones frente a los "totem" del independentismo, del terrorismo y de la izquierda radical que lo llama directamente "el hijo de puta".

Que el independentismo catalán se identifica con Eta es un hecho ampliamente probado. De palabra y de obra. ¿Qué hacía el etarra Arnaldo Otegi en la fiesta catalana por antonomasia, portando la estelada y una pancarta de EHBildu? No fue por libre, fue invitado, quizá para dar por el saco a los constitucionalistas, a los que ellos llaman españolistas, a los demócratas. Porque Otegi que es muchas cosas, fundamentalmente un asesino.

Flaca memoria tienen los catalanes que sufrieron el horror de Hipercor y ya lo han olvidado. Hubo 23 muertos. Además de los catalanes asesinados por Eta a lo largo de los años del plomo. El único que tuvo los cataplines necesarios para increpar al etarra fue el ciudadano Cake. Hasta que tres Mossos de la Escuadra catalanista lo echaron, con aparentes buenos modos. Es decir, defendieron al etarra y denostaron al demócrata.

La banda terrorista Eta tiene más adeptos y defensores en la Cataluña de Puigdemont, la del 3%, la que Mas envenenó, que en su propio feudo, Euskadi. Como que se ha convertido en embajador de mala voluntad en tierras catalanas. Por otros lares, salvo que los hijos de puta crezcan, no tiene el quorum necesario, de ahí que se tenga que ir de turné a Cataluña con parada en la Costa Brava. Menudo ejemplo representa Otegi para que los independentistas lo utilicen como modelo. Pobres catalanitos, el etarra amigo acabará helándoles el corazón. Y ya para rematar la fiesta, la presencia de Pablo, Pablito, Pablete, defensor a ultranza de Otegi y de Eta, amigo de los independentistas y agitador profesional, el que clama por una Cataluña libre y soberana, una Cataluña que se desprenda de las cadenas del Estado. No sé qué hace que no se va a calentar escaño al Parlament y deja vacante el escaño del Parlamento Español.

Solo Cake Minuesa se enfrentó al matón y a los que en Barcelona jalearon al matón. Unos aplauden con las manos, otros con las pestañas, otros con el pensamiento y otros con el silencio. Porque los acomplejados y cobardes crecen, también en las filas del Partido Popular. Son los que aguardan pacientes a que los demás se lo den hecho, a que los demás digan lo que ellos piensan pero no dicen y hagan lo que ellos, presos del miedo, no se atreven a hacer.