En 1707, año en que nació el infante don Luis, Príncipe de Asturias, el Ayuntamiento de Zamora dispuso proponer a los gremios que, a sus expensas, hicieran fiestas para celebrar el nacimiento del hijo del Rey Felipe V y María Luisa de Saboya.

Para demostrar su afecto y fidelidad al monarca, los gremios zamoranos organizaron una costosa y lucida mojiganga, consistente en festejos en los que los participantes llevaban disfraces y máscaras grotescas imitando principalmente a animales.

El heredero de la Corona, fue proclamado Príncipe de Asturias en las Cortes reunidas en el Monasterio de San Jerónimo de Madrid el 17 de abril de 1709. Los aconteceres en la vida de Luis I fueron siempre precipitados en el tiempo. Con dos años, fue Príncipe de Asturias; a los quince años contrajo matrimonio con Luisa Isabel de Orleans; a los dieciséis, fue proclamado Rey de España, y a los diecisiete, falleció.

El 10 de enero de 1724, el rey Felipe V firmó un decreto por el que abdicaba en su hijo Luis, cuya abdicación pudo ser a causa de que el Rey se encontraba enfermo demente y reconocía no encontrarse en condiciones de gobernar, por lo que decidió apartarse de las responsabilidades de gobierno.

El reinado de Luis I duró solamente 229 días (del 15 de enero al 31 de agosto de 1724). El joven Rey enfermó de viruela, y aunque su esposa lo cuidó solícitamente, exponiéndose al contagio, como así ocurrió, a los siete meses de haber ascendido al trono murió en Madrid el 31 de agosto de 1724. Este reinado relámpago fue intranscendente por su brevedad y porque, en realidad no se gobernaba desde Madrid, sino desde el Real Sitio de la Granja de San Ildefonso.

Lo cierto es que Luis se ocupaba únicamente de ir de fiestas con sus amigos, lo cual le valió el sobrenombre de "robamelones". Cuentan que se escapaba de palacio con sus amigotes a recorrer los barrios de Madrid y por los huertos en época de melones a lo que eran muy aficionados, destruyendo cosechas enteras.

Una semana después de la muerte de Luis I, su padre Felipe V volvía a ostentar la corona de la Monarquía de España, y su otro hijo Fernando era proclamado Príncipe de Asturias. Felipe V reinó hasta el 9 de julio de 1746, fecha en la que murió de un ataque cerebro-vascular.