Tiene bemoles que un grupúsculo, una pequeña corriente en el río independentista, unos perroflautas de la peor especie, se permitan poner vetos y otras trabas a la presencia del rey Felipe VI en la manifestación del próximo sábado. ¡Tiene bemoles por no decir directamente que tiene cojones! Y si sólo fuera eso. Es que estos mala baba, insatisfechos y no sé cuántas cosas más echan la culpa a don Felipe del atentado terrorista en Barcelona y Cambrils por lo que han llamado a protestar contra él si acude a la manifestación convocada para el próximo sábado. Cómo llamamos a esa actitud. Cómo llamamos a ese veto. ¿Sectarismo? ¿Fanatismo? ¿Intolerancia? ¿Ceguera? ¿Intransigencia? Todo a la vez.

Esta gentuza es fanática por naturaleza y nos tienen al resto de españoles hasta los mismísimos. Con tanto perendengue y tanta gaita se están retratando ellos solitos. Sólo que no nos hacen falta retratos, se les ve y cuando no se les ve, se les adivina. A lo mejor ellos sí que tienen buena parte de culpa, como la tiene la Colau al pasarse por el arco del triunfo las advertencias de Policía e Inteligencia. Porque en Barcelona nunca iban a atentar. Es la ciudad europea con más mezquitas por metro cuadrado. Y el que conducía el furgón y los otros, todos hablaban un perfecto catalán como les gusta a la Colau, a Puigdemont, Tardá y compañía. Pero eso no dio bula a la Ciudad Condal y a sus habitantes.

Esta gente suele poner antes el veto a la presencia de un militar español que a un yihadista, sabiendo incluso que lo es. Como saben que la mayoría de jóvenes que acogen y mantienen con los impuestos de los demás están en proceso de radicalización si es que no se han radicalizado ya como todos los que han sido abatidos. Poner vetos a la presencia del Rey de España que ha tenido un comportamiento exquisito, como siempre, como corresponde, es una felonía. Pero qué saben estos infames que también se han radicalizado, que han mamado el odio y lo escupen por la boca y en el sudor que trasminan.

Lo que les jode sobremanera es que en la ofrenda floral realizada por don Felipe, además de 'Visca Barcelona' se escucharon infinidad de 'Visca el Rey' y 'Visca España'. No sé qué coños tienen estos y otros como ellos contra España y la bandera. Si no están a gusto que se marchen de una puñetera vez, que compren un terreno fuera de la zona de influencia española y que funden allí su anhelada república, pero que dejen de joder al prójimo y a las más altas instituciones de España.

Ahora va a resultar que quien conducía el furgón letal era don Felipe. ¡Qué tropa señor! Los de la Cup están calentando el ambiente para que los asistentes "hagan explícito su rechazo y emprendan acciones de protesta". Harán ruido. Pero serán más los que apoyen al Rey que no se va a amilanar, que no se va a quedar en casa. Estas corrientes que acabarán diluyéndose en la laguna Estigia tienen que estar que se suben por las paredes. Porque cuando todos los países del mundo y sus dirigentes se han condolido, lo han hecho dirigiéndose a España y al pueblo español y, ¡qué coños!, ellos son Cataluña y catalanes. Sólo que no hay peor ciego que el que no quiere ver.