Como uno es del siglo pasado y se le ha quedado la fácil adicción a los refranes y dichos populares, del pueblo, no del PP, entre los que siempre se encuentra uno para cada ocasión y para lo contrario de la misma, cada día resulta más evidente a la vista del panorama que en este país nuestro hasta el más tonto hace relojes. Baste con señalar, como bien sabido es, que aquí viven de la política cerca de medio millón de personas mientras que en Alemania, por ejemplo, con el doble de población no llegan a sumar ni 150.000. Ya lo dijo el fallecido patrón Fraga, que España era diferente. Con espigar un poco en la actualidad se multiplican los casos.

El ministro de Exteriores se va de vacaciones, se supone que con su familia, y para no gastar en hoteles se aloja en la embajada de Ecuador, y usa el coche oficial. Se sigue con lo del gratis total.

La mujer huida para no entregar a sus hijos a un padre condenado por maltrato hace 8 años sigue sin aparecer aunque es buscada por la policía y la guardia civil para que los menores sean entregados a su progenitor que tiene la custodia compartida por orden judicial. Algo pasa en algún sitio.

El PSOE nombra, con tiempo, un candidato para la presidencia de la comunidad de Madrid y todo lo que se le ocurra declarar, siguiendo las pautas de Pedro Sánchez, es que si España es un estado plurinacional, Madrid será una nación. Pero ¿que hemos hecho para merecer a esta gente?

Ningún universidad española, ni una sola, figura entre las 200 mejores del mundo, que ya es, pues la primera lo hace en el puesto 239. Pese a todo, de sus aulas salen muchos profesionales de gran y reconocida valía, aunque muchos de ellos terminen su formación en el extranjero. Lo malo es que hay una parte de ellos que ya no volverán.

Un ayuntamiento catalán, el de Sabadell, gobernado por un batiburrillo de siglas, casi todas separatistas, estudió aplicar igualmente la ley de la memoria histórica al revés y quitar el nombre de una calle a La Pasionaria. Considerando que fue una entusiasta seguidora del dictador StalinY los mismo con Antonio Machado al que consideran castellanista y anticatalanista, un disparate solo al alcance de los más ignorantes. Pero todo continuará igual.

También de Cataluña procede la creación de un nuevo partido político "Nosotros" de extrema derecha, creado por un antiguo edil del PP que mandó a la alcaldesa Colau a fregar. El grupo se viene a definir en sus ideas como machista, antifeminista, homófobo y xenófobo. Ahí queda eso.

Otro listo: el arbitro del Barcelona-Madrid. Defenestrado Villar, el villarato sigue mandando en la Federación y designa a un arbitro vasco y culé confeso. Así que viendo que perdían se inventó un penalti inexistente contra los madridistas y luego, consumada la derrota catalana, expulsó a Cristiano por una caída en el área, que el pésimo arbitro entendió como simulada. Perdió los nervios Ronaldo, empujo al incompetente, y eso le cuesta cinco partido sin jugar. Otro favor a un Barcelona de capa caída.