En un periódico del mes de julio del año 1918, leo un reportaje sobre un artista zamorano que no parecía ser muy conocido en aquellos tiempos. Decía el comentarista: "¿Conocéis a Miguelito Berdión?". Ponía de manifiesto que se trataba de un joven de 20 años que estaba alcanzando fama como notable pianista. El periodista había entrevistado, con ocasión de un paseo por el Bosque de Valorio, al joven pianista y comentaba que era un artista que sentía y amaba la música desde que nació, que había conseguido a fuerza de voluntad y de amor propio llegar a ser un virtuoso de la música.

Maestros y directores de la época habían escuchado algunos conciertos de piano en los que Berdión demostró sus aptitudes e hicieron públicos elogios del artista zamorano. Miguel Berdión dedicaba todo su tiempo como profesor, pianista en las iglesias, dando conciertos en el Círculo de Zamora y en bares de la ciudad.

Decía el autor del reportaje que Berdión necesitaba trabajar no solo para él sino para atender a las necesidades de su madre y de sus hermanos, por lo que pedía a las instituciones públicas que ayudasen económicamente a aquel Miguelito Berdión para que pudiera desarrollar plenamente su arte. Un año después, en 1919, Miguel Berdión obtuvo un gran éxito con ocasión de inaugurar un órgano de la Catedral: "Con asistencia de gran número de público, el jovencito zamorano Miguel Berdión ejecutó con facilidad extraordinaria varias piezas musicales".

En 1929, el artista zamorano había alcanzado fama internacional y el "New York Times" comentaba que el pianista había acompañado a la interpretación de la simpática artista "La Argentina", comentario del que también se hacía eco "La Vanguardia". Otro comentario muy elogioso se hacía en 1931: "Organizado por la Sociedad Filarmónica, en el Teatro Principal dio un concierto el notable pianista zamorano Miguel Berdión, quien ejecutó magistralmente obras de Chopin, Turina, Granados, Falla, Listz y otros. El público aplaudió largamente al artista".

El periódico ABC publicaba: "Este excepcional pianista reaparecerá próximamente en Madrid antes de emprender su cuarta gira por los Estados Unidos y Canadá. Entre los aficionados a la buena música reina una gran expectación por escuchar las impresionantes interpretaciones de esta genial artista".

En el cementerio San Atilano de la capital zamorana una sencilla sepultura acoge a los miembros de la familia Berdión; su inquilino más notorio, el pianista Miguel Berdión, que falleció en 1968, fue una relevante figura de su tiempo, el del primer tercio del Siglo XX y su vida resultó tan fascinante como enigmática. Conoció a lo más granado de la cultura del momento y todos los años ofrecía en su ciudad al menos un recital con el que traía a esta su tierra los aires musicales que dictaban la vanguardia del momento.

Zamora le ha dedicado una céntrica calle con el nombre de Pianista Berdión, manteniendo así viva la memoria del insigne intérprete y compositor.