Los dos vástagos del dictador venezolano, sin oficio conocido, pero con el beneficio que da ser hijo de papá presidente, bueno, en realidad hijastros, han visitado Madrid, en un tour de lujo, mientras Venezuela se desangraba en plena ola de represión. Los chicos, Yoswal y Walter Gavidia Flores, permanecieron durante 18 días en el hotel Ritz de Madrid. Nada que ver con el Hostal Royal Manzanares, el Ritz es un lujoso hotel de cinco estrellas catalogado como uno de los establecimientos más lujosos de la capital de España. Nada de una habitación corriente y moliente para los hijastros, se alojaron en una suite, junto a varios miembros de su familia, y durante el tiempo que permanecieron en la capital contaron con la protección de un numeroso equipo de seguridad.

Su padrastro mandando matar a todo opositor que se le ponga en el camino y los nenes, hijos de la primera dama actual, de tour por Europa. Al igual que el nene de Obiang Nguema, dictador de Guinea Ecuatorial, estos viven instalados en el lujo, mientras sus compatriotas ni papel higiénico tienen para llegado el caso, ni leche para los niños. En Venezuela de racionamiento, pasando hambre, aunque Pablo Manuel no quiera verlo ni creerlo, y los hijastros en plan jeque árabe. La noticia que ha tenido una tremenda repercusión ha debido sentar a los venezolanos sufrientes como una patada en el culo.

La hipocresía que vive el régimen de Maduro se ha materializado en este viaje en el que Yoswal y Walter no han carecido de nada. Mientras el salario mínimo en Venezuela es de 22 euros al mes, cantidad paupérrima con la que apenas da para cubrir gasto alguno, los chiquitos estos se gastaron miles de euros sólo en alojamiento. Vamos a ver. Si ocuparon una sola suite, los 18 días, la cosa rondó los 44.000 euros, si fueron dos suites, la cifra hay que doblarla. La furgoneta con chofer incluido, alquilada para sus desplazamientos, suponía diariamente 1.200 euros. Pero qué es eso para los hijastros del dictador, pura calderilla, y el pueblo que se muera de hambre y de asco.

La comitiva realizó sus compras, no en Zara, eso se queda para el proletariado, la comitiva encabezada por W e Y se gastó sus buenos cuartos en la Milla de Oro madrileña. La bobadita, superó con creces los 40.000 euros que viene a ser algo así como el sueldo medio de casi dos mil venezolanos. Se dice pronto y bien. Y el país a la deriva. Sufriendo una crisis política y social sin precedentes en la historia de Venezuela, con una inflación insoportable que alcanzará este año al menos el 700%, una barbaridad. A lo que hay que añadir la falta de medicinas y de alimentos en hospitales y supermercados, con un cada vez mayor número de familias tratando de vivir de las exiguas raciones que dispensa un Gobierno ávido de todo.